Crónica y fotos del concierto de AYRA y LA REVOLUCIÓN DEL MONO (26-06-2021 Sala Hora Rock, Fuenlabrada – Madrid -)
Literalmente cruzó el “charco” la banda canaria AYRA, (Kino Nietsa a la voz, Yeray López a la guitarra, Alberto Fuentes a la batería, José Luis Sánchez al bajo y Mario Díaz a los teclados), para demostrar que hay vida metalera en las homéricas Islas Afortunadas, aterrizando para ello el sábado 26 de junio en la Península y presentando en directo su primer disco titulado Silent Veil, un redondo que vio la luz en octubre del pasado año con una Intro que abre paso a once temas masterizados en los finlandeses Estudios Finnvox, trabajo donde el quinteto ha plasmado, con una más que excelente producción, sonidos basados en un interesante y fresco Power Metal que no se olvida de otros estilos del Metal como son el Progresivo o el Heavy, consiguiendo a través de elegantes arreglos canciones melódicas con contundentes bases rítmicas que han desembocado en un disco completo, compacto, innovador y nada lineal.
Silent Veil cuenta con la colaboración de otros músicos en algunos temas como es el caso de Ancor Amador y Sonia Hernández en “Alone In Silence”, Marcos Jiménez en el tema “Starry Sky” o la participación de Tete Novoa en “Sun Arise”, corte incluido en el Set List de la actuación que contó sobre la arena con la presencia del cantante para acompañar al grupo y compartir magistralmente micrófono junto a Kino Nietsa.
Además del virtuosismo musical y de una extraordinaria y potente puesta en escena a la que ayudaron unos focos perfectamente gestionados por parte de la sala y un sonido que se ajusto como un guante al directo, pudimos disfrutar como aderezo al concierto con una sucesión de efectos especiales a cargo de Jesús Hernández Pérez “Chule” que crearon un auténtico clima de show sobre las tablas, dando aún más espectacularidad si cabe a la actuación.
AYRA hizo su aparición en primer lugar y en torno a las 20:00 horas acompañada la banda durante unos segundos por una Intro de fondo con la que los cuatro instrumentistas ocuparon sus respectivos lugares sobre el escenario, siendo recibidos con luces bajas para acompañar poco a poco e in crescendo al sonido mientras se escuchaban las primeras ovaciones y aplausos por parte de un público que estuvo entregado durante toda la actuación, con las manos en alto y practicando auténticos headbanging para seguir desde sus asientos el ritmo marcado por los teclados con efecto de órgano que prepararon a la gente para la explosiva aparición de Kino, la cual llegó acompañada por la primera descarga “cañera” sobre las tablas protagonizada por un reiterado doble bombo a cargo de Alberto, quien se lanzó con “Only Agony” al mismo tiempo que una ráfaga de bengalas iluminaba ambos lados del escenario acogiendo como si de un marco se tratase al grupo. El tema, interpretado en inglés al igual que todos los que componen su primer trabajo al haber elegido el grupo el idioma de Shakespeare como bastión de su música, dejó ver ya el perfecto empaste del conjunto con una base rítmica muy enlazada entre bajo y batería junto con las rápidas seis cuerdas a las que el guitarrista no dio tregua, marcándose desde el comienzo los primeros solos afilados y generosos los cuales dieron paso, tras un guiño de los teclados, a “Crystal Wall”, canción en la línea de la anterior al comienzo pero con un inmediato cambio de ritmo de corte más Progresivo que la guitarra de Yeray se encargó de modular y matizar a capricho, dando vida a un mástil que no tuvo descanso durante todo el evento ya que los toques de Prog cambiaban a placer hacia toques de un Metal más Hard de buen gusto y elaborado que en este tema contó con un estribillo pegadizo, invitando a la participación del público con las manos en alto descargando la adrenalina que la canción requería y todo ello con la ayuda de unos incontestables coros por parte de Yeray, José Luis y Mario, que no perdieron de vista sus micrófonos muy concentrados en perfilar sonidos para dejar la sacudida escénica en manos de Kino.
“Silent Veil”, de pasaje rápido, es el tema que da nombre al disco y llegó introducido con palabras de agradecimiento a los allí presentes por parte del cantante, lo que arrancó sentidos aplausos para dar inicio a un ritmo épico de teclados que fue rápidamente seguido por una guitarra intratable que comenzó a gestionar un tema más hardrockero, acariciando el medio tiempo con giros rápidos, exquisitos, trabajados y unos dedos mágicos que punteaban las partes altas y las bajas del palo para casi juntar las manos en las pastillas de la guitarra de forma ágil y compenetrada con la voz de Kino, quien se apoyó en una predominante percusión muy precisa que no abusó de cadencia excepto la justa para añadir un toque de misterio a la canción, la cual fue abandonando lentamente el tiempo más medido del principio pero sin llegar a la velocidad que habíamos visto en las anteriores, lo que confirma la versatilidad de AYRA demostrando la banda no haberse puesto límites a la hora de componer.
“Sleeping In My Car” iluminó como versión el escenario, el cual contó en todo momento con unas eléctricas barras de luz adornando los micrófonos del bajo y de la guitarra además de adornar también la batería, ofreciendo una variedad de colores que iban cambiando según el ritmo que adquirían las canciones. Este cover del duo sueco de Pop Rock ROXETTE fue muy bien acogido por el respetable y la banda supo llevárselo a su terreno para seguir generando Rock duro con esta canción bailable que mantuvo al público en la dinámica de derrochar adrenalina alimentados por el continuo feedback que el cantante generaba desde la tarima, terminándose con colofón final enfocado hacia el “Don´t Stop Believin” de JOURNEY, el cual fue un giro muy aplaudido y coreado.
“Last Desire” llegó como un tema enérgico en el que se arrancaron al unísono batería, bajo y guitarra con el cantante entre los dos últimos para hacer un auténtico molinillo con su cabeza siguiendo el ritmo de ambos y dejando que sus compañeros se despacharan a gusto para acto seguido dejar llevar su vigorosa garganta hacia modulaciones exactas, vibrantes e interpretativas que hicieron sentir en todo momento el mensaje de la canción por la fuerza con la que fue desgranada. El tema tuvo una alta exigencia baquetera y unas brillantes florituras en forma de riffs que acompasaron a la perfección un estribillo pegadizo, dejando paso a uno de los punteos más largos y melódicos de la noche con sucesión de notas dominadas totalmente por un Yeray que mezcló como pocos tanto aptitud como actitud aportando técnica a la belleza de los arpegios, algo que hizo acompañado en la primera línea de la escena por José Luis quedando ambos adelantados sobre dos plataformas que nos permitieron disfrutar de su destreza mientras Kino se retiraba unos pasos más atrás para apoyar de forma cómplice a su compañero del doble bombo.
Previamente presentado por el cantante como alguien muy especial, ocupó entre aplausos el lugar de Mario el también teclista Marcos Jiménez para deleitarnos con “Starry Sky”, tema de cariz Power compuesto por Alberto que llegó con despliegue de burbujas por toda la sala y sobre el escenario además de una dedicatoria hecha por su autor para todas las chicas allí presentes ya que, como el propio Kino se encargó de señalar, el ser heavy no significa carecer de corazón. La canción presumió de ritmo pausado que nos hizo prever un contenido con mensaje más amable y sentido, mostrándonos matices en la voz del cantante con un sentimiento añadido y una cadencia de la batería más prolongada entre golpe y golpe, haciendo más nítidas y brillantes las teclas acariciadas por Marcos quien demostró dotes de fineza mientras cierta bruma se apoderaba precisamente de su zona del escenario. Corte delicado sin abandonar los punteos con riffs varios y variados por parte de Yeray ahora más acariciadores, donde volvió a demostrar la magia que despliega a la guitarra en solos incansables que siempre dejan ganas de más y muy enlazados con los teclados en clara complicidad melódica para un tema con arreglos medidos, que aportan calor y nos hicieron cambiar el headbanging por movimientos pausados que se encargó de completar el grito final del Kino, el cual fue seguido por ensordecedores aplausos y nuevas aclamaciones a Jiménez.
Con una nueva demostración visual protagonizada por bengalas en el escenario, comenzó “World From Dust” para recuperar el tono más metalero de la banda con la que pasaron sin más preámbulos a “Vanity”, un tema que llegó acompañado por su videoclip oficial proyectado al completo en la pantalla gigante que se ajustaba detrás del grupo. La canción casi remató el directo con una soberbia interpretación de la banda que se fue creciendo durante toda la tarde-noche y que lo dieron todo desgranando una pista de tintes Prog, aportando un nuevo corte en el ritmo de la actuación con una voz más declamada explorando otro estilo en el que AYRA se mueve a la perfección con una llamativa rapidez de los teclados que nos adentraron en uno de los momentos álgidos del concierto ya prácticamente finalizando el mismo al subirse al escenario Tete Novoa e interpretar junto con Kino el tema “Sun Arise”, dejándose ambos la piel acompañados por los coros de sus compañeros y por los del público que entendió a la perfección lo importante de este momento en el que ambas voces se combinaron y lucieron a la par tanto en éste tema donde intercalaron juego de voces con un Novoa en estado de gracia como en la versión que ambos vocalistas se marcaron de la canción made in MAIDEN titulada “The Evil That Men Do”, bombazo musical con el que se encendieron por última vez los fuegos fríos cerrando un directo demoledor.
AYRA llega como un auténtico torbellino al panorama del Metal patrio con mucho que aportar en el circuito del Rock duro, esperamos volver a tener noticias pronto de la banda ya sea a modo de concierto o a modo de nuevo lanzamiento discográfico.
SET LIST
“Intro”
“Only Agony”
“Crystal Wall”
“Silent Veil”
“Sleeping In My Car”
“Last Desire”
“Starry Sky”
“World From Dust”
“Vanity”
“Sun Arise”
“The Evil That Men Do”
Tras la poderosa descarga de AYRA y un breve impasse imprescindible para el cambio de instrumentos que la sala amenizó con “trallazos” musicales para seguir calentando el ya más que tórrido ambiente, llegó el turno para LA REVOLUCIÓN DEL MONO, un cuarteto madrileño originario de la localidad de Pinto y surgido allá por el año 2018 que actualmente cuenta entre sus filas con Rubén Fernández a la guitarra, Dani García a la voz, Javier Bueno a la batería y Rubén Moreno al bajo, una formación que publicó su primer trabajo Origen en julio de 2019 con siete cortes en su interior y unas letras cargadas de mensajes reivindicativos y críticos con la sociedad que invitan a la reflexión, teniendo como base musical un carismático Rock intratable que explora diferentes caminos en una senda sinuosa acogida por la banda con normalidad, aceptando o buscando ritmos que perfeccionen al grupo pero no le encasillen.
Llegado el turno para LA REVOLUCIÓN DEL MONO, el cuarteto abrió también su pase con una breve Intro que acomodó a bajo, guitarra y batería frente a la feligresía que esperaba impaciente la actuación de una banda que dio espectáculo sobre todas las cosas con un buen aliño de Rock de principio a fin comenzando con la aclamada aparición de Dani, quien dio paso a un estruendoso charles rodeado por aplausos de un público más que encendido junto a unos tonos semi-oscuros que aportaron de inmediato las cuatro cuerdas de Rubén en el primer tema de la noche llamado “Monkey”, el cual abrió sin contemplaciones un show de aproximadamente hora y cuarto con un Set List de doce temas a cual más intenso tanto en música como en letras cargadas de mensaje esta vez en castellano que fueron coreadas por no decir alabadas por unos seguidores a los que se les notó auténticos fans del grupo.
La actitud vacilona del cantante sobre el escenario se mantuvo no sólo en el siguiente tema llamado “La Verdad”, sino que fue una constante durante toda la actuación con performance incluida y prácticamente intuida desde el principio del directo tanto por el nombre del grupo como por las trazas de Dani sobre la arena. Con este segundo tema comenzamos a apreciar la importancia de los coros gestionados por Rubén Moreno, el cual fue una pieza clave durante toda la actuación no sólo por acompañar a la garganta del cantante, sino por marcar una base rítmica de golpes secos y medidos que se fundieron a la perfección con los acordes de la guitarra tan pronto solista tan pronto rítmica, modalidades que las manos de Rubén Fernández llevaron a cabo sin apenas esfuerzo. El tema empezó con poderío de baquetas y voz que estiraba las palabras para llegar a un punto en el que se adivinaba un estribillo de tintes algo psicodélicos muy bien manejados por el cantante, quien se retorcía en la escena dando juego a la interpretación de los temas al llevar tan pronto la iniciativa del ritmo con sus cuerdas vocales como de repente dejándose arrastrar por el ritmo imparable que desarrollaban en perfecta comunión sus otros tres compañeros.
“5 Segundos” mantuvo una línea que por momentos coqueteó con el Nu, adquiriendo una más que destacable potencia en la voz de Dani al emplearse éste a fondo no sólo en la ejecución, sino también en la interpretación entre los aplausos de los allí presentes que no se permitieron ni un respiro entre tema y tema, dejándose llevar por la energía que se desplegaba sobre el escenario y animados por las continuas palabras de complicidad que el cantante tuvo durante toda la noche. Fue de nuevo la batería quien rompió el hielo al comenzar con este tema de corte más oscuro, sinuoso y misterioso contrastado todo ello por una inmejorable brillantez de la guitarra a cargo de Rubén Fernández, cuyas seis cuerdas se mostraron nítidas y rápidas de muñeca para detenerse más ocasionalmente en los detalles de los arpegios del mástil al igual que hizo en “Abril”, canción de candente actualidad dedicada a los autónomos en estos tiempos difíciles que fue cogiendo altura según avanzaba, algo a lo que ayudó la batería que sonaba endiablada marcando dureza en un estribillo trémulo por decisión de Dani al que continuamente daba la vuelta el bajista, marcando de nuevo esos tiempos que la guitarra redondeaba con cada acorde transformando así el ritmo en notas cortas y precisas.
“Chaval” encendió la tarima con la rabiosa gesticulación del vocalista que no dejaba de moverse por la escena en un claro afán por hacer calar en el respetable tanto música como letra, intentando transmitir lo que cada canción llevaba dentro y en este caso acompañado de un excelente punteo guitarrero que hizo gala de riffs muy cercanos a un Metal tradicional que la banda no desprecia y que también apreciamos en “Errores”, tema de comienzo con despiste ya que parecía un inicial medio tiempo que fue convirtiéndose según avanzaba en una auténtica explosión de ritmos con un desorden rítmico perfectamente organizado, cantable, recordable y con toques de himno con el cual LA REVOLUCIÓN DEL MONO levantó las manos de la gente muy apasionada con una canción en la cual la batería pareció acaparar protagonismo tirando de charles para avivar la estrofa pegadiza que derivó de nuevo en una melodía envolvente gracias a la percusión del bajo.
“Libre” y “Sr. Ministro” mantuvieron esa línea tan interesante en esta formación al compaginar con maestría parones en los tiempos con arranques rápidos en lo que pareció una lucha limpia entre bajo y guitarra, ralentizando ritmos el primero buscando los medios tiempos mientras que la segunda tendía a agudizar la melodía llevándola a un terreno más lucido y arrastrando a la voz a seguirla, una voz que se movió cómoda por los agudos con algún punto grave sobre todo en los finales de las canciones y un cantante que poco a poco iba entrando en una histeria gótica frente a canciones de corte periférico que serpentearon por un Rock blanco y un Rock negro casi a la par, dejando ver una genialidad compositiva con arreglos particulares aunque no predominantes en lo que parecen ser temas con deseos de mantenerse vírgenes con respecto a su origen. En la segunda canción de las mencionadas, Dani tiró de atrezzo tapándose el rostro con una careta de mono, algo que infundió carácter al comienzo de la misma creando un ambiente de creepshow al moverse por todo el escenario agarrándose la cabeza y declamando casi la canción en algunas partes de la misma, haciendo honor al nombre del grupo golpeándose el pecho a modo “primate” seguido por gran parte de los que estaban viendo la actuación a los que identificamos como fieles seguidores.
Manos en alto, el cantante comenzó a saltar en el escenario y el grupo volvió a hacer de las suyas con un comienzo que prometía Rock neto pero que enseguida se envolvió en esos redobles profundos marca de la casa aunque más generosos con la brillantez en canciones como “Telarañas” o “Vive”, rompiendo ambas con la cavernosidad anterior para dar protagonismo a la guitarra que se lució a conciencia como ya venía haciendo discretamente protagonista dentro de un mar de percusiones en el que sus notas se movieron ágiles y con soltura, dando siempre ese ritmo cálido al sonido y potenciando ritmos más en la onda del Metal con una atrevida generosidad que infundió personalidad a los temas con toques casi orquestales.
“Julia” y “Morir De Gloria” cerraron el espectáculo a modo de bises ante los aplausos de la gente más que satisfecha con una actuación entre divertida, potente, insinuante y en ocasiones con marcados ritmos árabes, una mezcla explosiva que LA REVOLUCIÓN DEL MONO gestionó con una mezcla de profesionalidad, sentimientos y gran soltura escénica, algo que sin duda les consolida como formación.
SET LIST
“Monkey”
“La Verdad”
“5 Segundos”
“Abril”
“Chaval”
“Errores”
“Libre”
“Sr. Ministro”
“Telarañas”
“Vive”
“Julia”
“Morir De Gloria”
Crónica y Fotografías: MONTSERRAT CALVO