Crónica, fotografías y vídeos del concierto de GRAHAM BONNET BAND (21-12-2022 Sala Shoko, Madrid)
Antes de comenzar el concierto (y después también) escuché decenas de veces la palabra “nostalgia”, y no puedo estar más en desacuerdo con su utilización. Sentiremos nostalgia cuando Graham Bonnet no esté, o cuando ya no pueda cantar. Pero lo que he visto hoy es “presente”. Me explico: Ha actuado una leyenda viviente que dos días antes de su 75 cumpleaños ha dado toda una lección de profesionalidad, técnica vocal y dominio de escenario. Como es evidente, no puede ofrecer un set de dos horas de duración, y tiene que tomarse algún descansito, pero hay que agradecerle que continúe dando vida a todos esos temazos que, compuestos por él o no, llevan el inconfundible sello de su voz.
En la promoción de la visita a España del vocalista británico se resaltaba que iba a ser interpretado en su totalidad el álbum de RAINBOW, Down to Earth. Afirmación rigurosamente falsa. Faltaron “No time to loose” y “Danger zone”. Bien es cierto que, al final del show, aunque este aspecto fue comentado entre los asistentes, se le restó importancia ya que todos los espectadores salieron satisfechos de lo que habían visto y escuchado.
A las nueve y diez de la noche, sin la previa presencia de telonero, o grupo invitado, aparecía la banda sobre el escenario y de nuevo Bonnet tenía que luchar contra un concepto que tienen los fans más puristas: el sonido se su propia banda. En la época más exitosa del cantante nunca ha sido el líder indiscutible del grupo. Siempre ha tenido que compartir protagonismo con guitarristas muy ilustres (Blackmore, Schenker, Malmsteen, Vai…) y todos y cada uno de ellos poseen un sonido tan personal como su voz. Ahora luce apoyado en dos fieles escuderos: su bajista y pareja sentimental desde 2012 Beth-Ami Heavenstone, y su guitarrista de origen brasileño Conrado Pesinato. Ambos se encargan de algo más que salir a tocar acompañando a la estrella, además son responsables de la producción y de que lo que suena sea acorde con lo que se espera de alguien que ha sido vocalista de históricas bandas de Rock.
La primera parte del concierto fue cien por cien RAINBOW ya que desfilaron de forma consecutiva cinco temas de Down to Earth. El primero fue “Eyes of the world”, con el que curiosamente también empezó RAINBOW en su histórica presencia en la primera edición del festival de Donington, en 1980. Aquí me di cuenta de dos cosas: el amigo Graham está más que aceptable en cuanto al estado de su voz y el público está deseoso de cantar canciones del grupo del Arco Iris. Para seguir calentando el ambiente sonó después el hit single “All Night Long”, y aquí pude comprobar que la dupla Heavenstone–Pesinato consigue huir del sonido megabanda y traernos algo más acorde con un artista en solitario que nos ofrece una actuación más íntima en una pequeña sala, a unos cuantos cientos de personas. “Love’s No Friend” y “Makin’ Love” continúan su apuesta segura y opta por culminar la fase con otro hit single: “Since you been gone”. La cosa marcha y la audiencia está contenta, pero no hay que forzar la máquina y el cumpleañero se retira a descansar dejando al resto del equipo con la difícil tarea de interpretar la parte instrumental de “Lazy”, de DEEP PURPLE (también pasó esto en Donington 80).
Los músicos salen airosos y arrancan los aplausos del respetable mientras la estrella vuelve al escenario para cambiar completamente de tercio y sumergirse en la más rabiosa actualidad con “Imposter”, canción extraída de su reciente trabajo “Day Out In Nowhere”. Suena bastante contundente, pero la vuelta al pasado es inminente, incluso Bonnet se pone sentimental ya que al
presentar “S.O.S.” se acuerda del desaparecido Cozy Powell, con quien lo grabó en el año 1981. También menciona a Don Airey y Micky Moody. Madre mía! Vaya cuatro que se juntaron!
A continuación tenemos un poco de su época con Michael Schenker, y para mí, lo mejor de la noche: “Desert Song”. La voz hizo todos los tonos y modulaciones que exige esta canción de forma más que notable y la banda todos los cambios de ritmo también. Tras “Night Games” tuvimos la anécdota de la noche: tan solo habían sonado unos pocos acordes del “Jet to jet” de ALCATRAZ, Kyle Hughes tuvo un percance con su kit de batería y hubo que parar un momento, que fue aprovechado por Beth-Ami para presentar a la banda. Decidieron no continuar donde lo dejaron y pasar a “Into The Night” antes de volver a tiempos de Schenker con “Assault attack”, y me atrevo a afirmar que, no sé si será por él, por la banda, o por los dos, pero me da la impresión de que lucen más con las canciones del guitarrista alemán que con el reclamo de RAINBOW.
Hora de retirada ya, no sin antes interpretar como bis, la veloz “Lost In Hollywood”, con Bonnet echando el resto demostrando su honestidad y que todavía es actualidad del Rock, además de leyenda y un clásico. El concierto duró una hora y veinte minutos. ¿Es poco? ¿Es aceptable? Mi opinión es que no todo es blanco o negro y en esta cuestión hay que valorar varios factores. A veces un concierto de hora y media es corto y otras uno de menor duración está bien. En esta ocasión me decanto por la segunda opción. Todo lo bien que nos lo hemos pasado se podía ir al traste si obligamos a este hombre a estar dos horas ahí arriba. De esta manera, hemos podido disfrutar todo el tiempo sin poner un pero a lo que hemos visto y oído. Yo, me voy satisfecho y… creo que no he sido el único. Parece ser que el concierto de hoy ha dejado en algunos tan buen sabor de boca que están planeando ir a verles de nuevo mañana en Segovia.
Crónica: FERNANDO SÁNCHEZ
Fotografías y vídeos: MIGUEL ÁNGEL PRÍNCIPE