Crónica y fotografías del concierto de Glenn Hughes (16-05-2023 Sala La Riviera, Madrid)
La visita de alguien como Glenn Hughes es siempre un acontecimiento esencial para cualquier aficionado al Rock. No llena estadios, pero pocos músicos pueden presumir de tocar siempre ante un público selecto y entendido que por encima de todo (comercialidad, espectáculo visual, montaje …) valora la calidad musical.
El motivo de esta gira del artista británico es la conmemoración del cincuenta aniversario del disco Burn de DEEP PURPLE en el que tuvo un papel importante. Hay que decir que el álbum en cuestión sí se grabó en 1973 pero salió al mercado concretamente el 15 de febrero de 1974.
Sin contar con telonero alguno, a la 21:15 de la noche “Stormbringer” daba el pistoletazo de salida al concierto. Glenn Hugues mostró un aspecto excelente, no parece que tenga 71 años y eso se refleja en su voz. Ya sabíamos que en este asunto anda en la actualidad a años luz por encima de Coverdale y Gillan, siendo una de las causas para estar así a estas alturas de la película sabiendo dosificarse en el escenario. A pesar de tener un repertorio amplio, sólo tocó diez canciones y no estuvo dos horas cantando sin parar pero cuando hace funcionar su garganta, es para sentar cátedra. En los espectaculares agudos, en los graves, modulando, en la tesitura … todo perfecto como en el “California Jam” del 74, aunque para poder funcionar de ese modo necesita un gran acompañamiento que por supuesto tiene. A la guitarra está Soren Anderson. Lleva con él quince años y su mayor virtud es que sólo recuerda a Ritchie Blackmore en lo imprescindible guardando la esencia pero no copiando los solos ni la forma de tocar.
No vimos un tributo a PURPLE. sino un concierto de Glenn Hughes y su banda (este último aspecto es muy importante) A la batería tenemos a Ash Sheehan y creo que todos los espectadores pensamos que como es posible sacarle tanto partido a una batería tan pequeña; ¡No se puede tener un kit más básico! pero es una maravilla verle mover los brazos con esa rapidez endiablada. Hay muchos que llevan una monstruosidad de tambores, platillos y demás sin sacarle ni la mitad de rendimiento. Cierra la sección de acompañamiento el teclista Bob Fridzema quien hizo sonar el Hammond como corresponde a una selección de grandes temas setenteros.
Por tanto, este equipo capitaneado por Hughes es capaz de ofrecer un concierto en el que se compatibilizan a la perfección extensas partes instrumentales con grandiosos momentos vocales.
La segunda canción en sonar fue “Might Just Take Your Life”. ¡Temazo! Quizá fue la interpretación más parecida al original de PURPLE en toda la noche, sobre todo en el tema de los teclados. Esta canción es muy icónica tanto para Glenn como para Coverdale, quien incluso la introdujo en su directo “desde el corazón de la ciudad”.
Seguidamente interpretaron “Sail Away” y aquí si que eché un poco de menos al David Coverdale de los tiempos de Burn. Ese manejo de los tonos era una de sus especialidades.A continuación llegó lo mejor del concierto con “You Fool No One”. No sé exactamente cuanto tiempo duró este tema pero ¡tuvo de todo! y no quería que se acabase nunca. Anderson intercaló el “Blackmore Blues”, también hubo un espacio para el “Highball Shooter” del Stormbinger, para unos acordes de “The Mule” y para un largo y entretenido solo de batería. Quizá fue la parte del show donde mejor se lució el grupo al completo.
Llegó el momento de sosegarse un poco y una de las mejores maneras de hacerlo fue tocando “Mistreated”. Aquí vimos a un Hughes muy concentrado que trabajó la parte vocal al máximo y su esfuerzo fue recompensado por el público, quien le otorgó una de las mayores ovaciones de la noche. Después de este tema, aprovechando la sensibilidad que se respiraba en el ambiente, vino el momento sentimental recordando a Tommy Bolin, guitarrista muerto prematuramente al que al parecer Hughes estaba muy unido y al que homenajeó con “Gettin Tighter” incluyendo “Dance To The Rock And Roll”.
También se acordó de otro compañero de PURPLE como es John Lord, al que le dedicó “This Time Around” en una emotiva interpretación con solamente Glenn y Bob sobre el escenario.
Nos fuimos acercando al final con “You Keep On Moving” del álbum Come Taste The Band, otro imprescindible de la época que precedió a la momentánea despedida del grupo.
Para los bises se optó por la fuerza. Hughes aparcó el bajo para cantar “Highwat Star” micrófono en mano y para la despedida definitiva, como no podía ser de otra manera, llegó “Burn” con nuestro protagonista colgándose el bajo de nuevo ante el delirio de una audiencia que vio colmada su sed de calidad musical de la de verdad.
Algo más de una hora y cincuenta minutos de concierto que han servido para darnos cuenta de que hoy hemos vivido uno de esos pocos conciertos (valga la redundancia) que están señalados en el calendario como imprescindibles.
Crónica: FERNANDO SÁNCHEZ
Fotografías: MIGUEL ÁNGEL PRÍNCIPE