Crónica y fotografías del concierto de Adrian Vandenberg (22-09-2024 Sala Shôko, Madrid)
Enmarcado en su Spain Tour 2024 que le ha llevado a recorrer cinco fechas en nuestro país durante el mes de septiembre, el guitarrista neerlandés Adrian Vandenberg aterrizó el pasado domingo en Madrid para transportarnos a los sonidos más ochenteros del Hard Rock que desplegó tanto con temas de su último trabajo de nombre Sin como con clásicos de WHITESNAKE, la banda en la que militó exitosamente durante años y de la que ha heredado esa bis visceral y vital que sus seis cuerdas contienen marcando con precisión, calidez y calado un directo donde estuvo acompañado por Mats Levén a la voz, Joey Marin a la batería y Sem Christofell al bajo.
Como única banda de la velada, se presentó sobre el escenario el cuarteto con el logo de la formación en luminoso a sus espaldas y un comienzo de vértigo gracias a “Hit The Ground Running” perteneciente al mencionado último trabajo donde ya pudimos empezar a disfrutar de la sólida gestión y de la firme actitud de Adrian, quien con su presencia e interpretación empezó junto a sus compañeros de forma contundente un tema firme y enérgico de tintes más heavies que otros de anteriores trabajos, una canción de marcada potencia para sentar las bases de lo que sería el directo antes de sumergirnos en el primer clásico “Fool For Your Loving” arrastrándonos a todos hacia inevitables recuerdos musicales.
El excepcional brillo y carisma del vocalista Mats fue parte fundamental de un show donde su garganta y buen hacer sobre el escenario se impusieron a las en ocasiones inevitables comparaciones pero si en algún momento pensamos en Coverdale, la inmensa presencia del cantante nos lo hizo olvidar mostrándose con personalidad propia ante una genial “Your Love Is In Vain” manifestando en la misma una garganta acariciadora, poderosa, rítmica, pegadiza y perfectamente arropada por el pistoletazo Vandenberg con una guitarra apuntando al cielo en plena entrega tanto en ritmos como en riffs nítidos que hacían imposible apartar la vista del mismo mientras la pieza se iba desarrollando sin fisuras.
Un tema tras otro se fueron sucediendo con buen sonido y generosos focos para dar juego a un grupo que sobre la tarima apareció sin florituras, compacto y firme en su propósito de hacernos disfrutar con deseadas como “Give Me All Your Love” en versión electrizante para deleite de la numerosa feligresía que llenaba la sala y que acogió con igual entusiasmo la de cosecha propia “Freight Trein”, pieza de enérgico punteo junto con las arrolladoras bases rítmicas de bajo y batería muy presente el primero en el espectáculo manteniendo una primera línea sobre la tarima e interactuando con la gente mientras los baquetazos de Marin arrasaban en la rocosa “Judgement Day” que fue una verdadera apisonadora o la coreada “Wait”, poniendo con la misma las manos en alto del respetable en clara entrega durante todo el directo.
Uno de los momentos álgidos de la noche, fue cuando Mats y Adrian bajaron decibelios sentándose en la tarima de la batería para regalarnos de forma exquisita uno de los mejores instantes del directo apaciguando unos minutos el mismo con “Sailing Ships” para en contraste y en otra ocasión del espectáculo, ser protagonista el baquetero Joey con uno de esos solos de batería de época que prácticamente han desaparecido de nuestros escenarios y es que sobre las tablas de la Sala Shôko todos los componentes del grupo tuvieron momentos de gran inmensidad, siendo el propio Vandenberg cómplice en dar protagonismo a sus compañeros aunque inevitablemente él arrasara con las miradas de admiración en otras como “Crying In The Rain” levantando con ella auténtica devoción entre el personal.
La finura, sencillez, feedback y disfrute de Adrian sobre el escenario fue parte fundamental del concierto y ya llegados los bises, la banda dejó su mejor versión afrontando un repertorio sin igual para cerrar la velada haciendo honores a los himnos “Still Of The Night” y “Here I Go Again”, dos joyas del Hard & Heavy que han envejecido como pocas por no decir que se mantienen frescas como nunca y que prácticamente hicieron levitar al respetable, estallando la gente en aplausos y ovaciones ante dos interpretaciones de auténtico lujo con un Vandenberg en estado de gracia sacando el máximo partido al mástil de su guitarra y demostrando buen gusto tanto en sus canciones como en la enérgica gestión de aquellos que consolidaron a nuestra querida serpiente blanca, quedando también patente en este directo marcado por la quintaesencia musical que tanto él como sus compañeros derrochan un mágico virtuosismo.
Crónica: MONTSERRAT CALVO
Fotografías: MIGUEL ÁNGEL PRÍNCIPE