Crónica y fotografías del Leyendas Del Rock 2023 (09, 10, 11 y 12 de agosto en Villena -España-)
La XVI edición del Leyendas Del Rock celebrada los días 09, 10, 11 y 12 del presente año 2023 en la alicantina localidad de Villena (España), no sólo consolida la tradición de este multitudinario, familiar y querido Festival sino que reafirma el mismo con un incontestable éxito avalado por cerca de 14.000 almas que derrocharon pasión por el Rock y el Metal durante cuatro días en los que las inmisericordes temperaturas más propias de otras latitudes, no hicieron mella ni en la gente ni en las bandas, pues lejos de actuar el sol de agosto como un elemento disuasorio para abarrotar el recinto, fue por el contrario desafiado y vencido gracias a tres escenarios dominados sin piedad por una sucesión de bandas que hicieron tocar el cielo a miles de incansables e incondicionales fans.
Desde Reino De Sueños, queremos agradecer a la organización la confianza depositada en nuestro trabajo para trasladar mediante crónica y reportaje fotográfico lo acontecido durante cuatro jornadas extenuantes que como en años anteriores, han dejado una imborrable huella en los corazones de todos nosotros cuya llama mantendremos viva haciendo más llevadera la cuenta atrás para el Leyendas 2024 que ya cuenta con adelanto de cartel.
Tres nombres propios, tres tarimas para soñar llamadas Azucena Stage, Jesús De La Rosa Stage y Mark Reale–Riot Stage han sido testigos de honor y privilegiados contempladores de lo acontecido en Villena desde que las puertas del Polideportivo Municipal de esta localidad, se abrieron el miércoles 09 de agosto a las 14:00 horas para recibir a las numerosas personas que ya se agolpaban ante ellas y comenzar a disfrutar de una fiesta iniciada por DEATH & LEGACY en el Jesús De La Rosa Stage.
A las 14:40 horas y con una exquisita puntualidad que se mantuvo durante todo el Festival, aparecieron sobre el escenario con su ímpetu característico los mencionados zamoranos con Hynphernia ejerciendo de extraordinaria y poderosa frontwoman echándose a las espaldas una actuación vital, enérgica, vibrante y muy bien acompasada por sus compañeros de filas habituales que contaron además con la colaboración extra en algunos temas de Jessie Williams de ANKOR y de Javi Ssagittar de KILLUS, dos cañonazos que estuvieron junto a DEATH & LEGACY potenciando la ya de por sí arrolladora puesta en escena de esta formación que está pisando fuerte y por derecho propio con temas rotundos, sólidos y trabajados incluidos en sus discos D4rk Prophecies e Inf3rno con los que coquetearon a través de varias canciones como “Pray” y “Eternal”, gestionando durante media hora un impecable Death Metal Melódico.
A las 15:10 horas comenzó la alternancia característica de escenarios y el cambio de tercio también musical protagonizado en esta ocasión por HANABIE en el Azucena Stage, constituyendo este jovencísimo cuarteto femenino oriundo del país del sol naciente una auténtica sorpresa con un Metalcore que lejos de amilanarse ante el gentío dio una auténtica lección de vida, entusiasmo, gestión interpretativa y lo que es más difícil por las propias características de juventud de la banda y su no muy larga trayectoria (2015), un ejemplo de extraordinario feedback hacia el público que respondió agradeciendo la implicación con los puños en alto y las melenas realizando poderosos molinillos.
La apuesta de HANABIE fue sin duda arriesgada, ya que sus tintes musicales también de cierta derivación Death pero con cambios de ritmo inesperados arrastrando giros electrónicos no visibles mezclados con puntuales guturales de la vocalista Yukina, se alejaron de los cánones más ortodoxos del Metal sentando aún así muy bien entre el respetable en estas horas vespertinas al mantener el on fire creado por sus predecesores y añadiendo cierto toque de ingenuidad, una inocencia festiva intuida en las líricas gracias en parte a la expresividad divertida del grupo y por otro lado a su estética desenfadada más cercana a la filosofía manga propia de los barrios japoneses más cosmopolitas que al eterno negro metalero, estando plasmada la esencia de HANABIE en los dos discos que tienen en el mercado de nombre Girl’s Reform Manifest (2021) y Raise Wa Ijin! (2023) paseados ambos en este Leyendas durante unos cuarenta minutos.
AD INFINITUM cogió el relevo no sin cierta bajada de decibelios, pues a pesar de una inicial presencia poderosa sobre el escenario de la carismática Melissa Bonny como una garganta brillante muy bien acompañada por la potencia de batería, bajo y guitarra, los tonos épico-melódicos del Metal Sinfónico se impusieron a un deseado Power Metal más rotundo que no llegó a despuntar con la fiereza esperada aunque la vocalista recorrió la escena en continua complicidad con sus compañeros sin llegar a alcanzar la misma con la gente.
Animando Melissa al nutrido público con los brazos en alto y aderezando esta entereza con auténticos headbanging, ni el conocidísimo repertorio preparado para agradar ni las notas afiladas por parte del guitarrista ni la actitud totalmente entregada por parte de un bajista cuyos slaps marcaron el show, lograron establecer un nexo con el público ni llegar a consolidar la vigorosa fuerza que tiene su música, contando aún así con una extraordinaria acogida propia de las ganas de directo ante unos temas puros de elegante composición acompañados por un exquisito sonido que a lo largo del espectáculo, lograron finalmente conectar aunque no calar con la garra que sin duda cuenta esta banda.
UUHAI apareció sobre el Azucena Stage a las 16:40 horas procedente de la exótica Mongolia y romper su silencio con el llamado El khoomei, un canto propio de la tierra que hizo temblar los cimientos de la tarima antes de que los impresionantes miembros de la banda comenzaran con una actuación muy colorida, llamativa, cargada de detalles en cuanto a atuendo se refiere con innumerables guiños a sus ancestros guerreros y unido todo ello a una exhibición de instrumentos tradicionales del país como por ejemplo los violines con cabeza de caballo, unos elementos exóticos actualizados por esta formación para desarrollar sin miramientos un Folk Metal indescriptiblemente afilado que precisamente por esa mezcla de pasado y presente se conjugó como único, sincero e impredecible cuando la voz gutural y desconcertante de su vocalista abrazó el recinto con lo que parecían legendarias composiciones tan hermosas como “Khun Sureg”, dejando su actuación excelentes sensaciones de acertadísima apuesta del Leyendas por ampliar abanico de estilos y ofrecer propuestas dispares de alta calidad.
Las ganas y lo que creemos debe ser un merecido reconocimiento a PAUL DI’ANNO, nos llevó a no cambiar de escenario y disfrutar con cierta distancia convertida en perspectiva de DECAPITATED, el grupo llegado desde Polonia que supo crear a la perfección la atmósfera que requiere su Groove Metal de extraordinaria técnica tanto instrumental como vocal con un no menos extraordinario sonido, dando muestras de ser una clara apuesta a caballo ganador manifestando una crudeza armónica que por momentos se hizo cálida especialmente ablandada por el siempre embriagador acompañamiento del público, una feligresía que se arrancó ante la banda con algunos pogos aún tímidos pero que sirvieron para adentrarnos en el cariz trallero que ya se había alcanzado en la arena, cumpliendo la formación con su misión de engrandecer en los directos una trayectoria con la que se volcaron tocando temas de sus inicios incluidos en el primer álbum Nine Steps.
Llegaba un momento de Heavy Metal con muchas intrigas que llevó a la gente a agolparse para intentar ver lo más cerca posible al que fuese el cantante de IRON MAIDEN entre los años 1977 y 1981 quien para nuestra sorpresa, apareció en silla de ruedas y fue llevado al centro del escenario mientras exhibía una amplia sonrisa y se rodeaba de un atrezzo compuesto por botellas de agua y una de tequila, signo inequívoco de que iba a por todas como así fue.
No sabemos si alguien contaba con esta aparición que no por sorpresiva, dejaba de ser lógica tras haber pasado el vocalista por una reciente operación que para nada ha mermado sus facultades vocales, pues su garganta no tembló ni a la hora de saludar ni a la hora de interpretar los temas eso sí, de los dos primeros discos de MAIDEN garantizándose una obviedad, la locura del respetable siempre nostálgico de cañonazos irrepetibles a los que dio luz desde su silla siguiendo el ritmo en las partes instrumentales de los mismos con sus manos y cabeza siendo en este sentido más que destacable la actuación de los músicos que le acompañaban, pues el papel de estos fue más allá de lo que es habitual en guitarras, bajo y batería al tener que hacer frente a ciertos descansos que DI’ANNO hizo durante el show afrontando sus compañeros los mismos con altura de miras y dejándose la piel para cubrir sus ausencias.
Qué podemos decir de “Sanctuary”, “Wrathchild”, “Prowler” o “Murders In The Rue Morgue” que se sucedieron con extensos speeches por parte del cantante despertando con ellas el entusiasmo de la gente, operando ello en él reacciones de agradecimiento y actitud vacilona muy valorada entre los presentes que sin duda se impregnaron de ese Heavy exitoso que entusiasmó en la recta final con una locura desatada gracias a “Phantom Of The Opera”, “Transylvania” y “Running Free” junto a una afirmación por parte de PAUL DI’ANNO, curarse en los escenarios y sin duda con la actitud que manifestó en el Leyendas le auguramos al menos una versión de si mismo más positiva al abandonar la tarima con una visible carga de adrenalina a la que no sólo dio rienda suelta sobre las tablas, sino también con una amistosa actitud en la multitudinaria firma posterior.
Tras este baño de la N.W.O.B.H.M. que nos dejó embelesados ya que sin duda la nostalgia es un arma muy potente, saltaron sobre las 19:50 en el Jesús De La Rosa Stage los californianos UGLY KID JOE a quienes también saboreamos con cierta distancia que aún así, nos permitió deleitarnos con una actuación de calidad forjada durante años que por fin desembocaba de nuevo en España sin decepcionar sobre todo con su más que famoso “Everything About You”, el cual en ocasiones eclipsa a otras grandes composiciones de Metal Alternativo que posee este quinteto actualmente de gira y que no escatiman en lucidos riffs como marca de la casa que también constatamos en canciones más recientes que gestionaron con aplomo como “Failure”, un tema de marcados y fornidos baquetazos que ayudaron al vocalista a gestionar una aportación de garganta arrolladora con la que logró meterse en el bolsillo a los que aún rezumaban vestigios más ortodoxos.
Uno de los momentos mágicos de la noche llegó con a las 21:00 horas en el Azucena Stage, una de las bandas mas deseadas y esperadas en el Leyendas al ser esta formación muy querida en nuestro país. Los brasileños SEPULTURA fieles al Thrash Metal no sólo cumplieron sino que superaron expectativas con un histriónico Derrick Green al frente que no paró durante una hora y veinte minutos de recorrer el escenario y relacionarse desde arriba con la gente que pogo tras pogo, ovacionó a la banda heredera y deudora de los geniales hermanos Cavalera haciéndose fuerte en una hora bruja donde el atardecer les favoreció luciendo telón con diferentes tonalidades para resaltar lo que sobre el mismo se reflejaba, el eslogan de su último disco Quadra del que extrajeron algunos temas muy bien recibidos y siempre en esa línea rápida, ruda, descarnada e inmisericorde a la que son fieles sin fisuras, componiendo más que temas auténticos himnos perfectos para los muy cafeteros.
Desatados riffs, parches de cuero a punto de reventar por las baquetas a cargo de Eloy Casagrande, ritmo frenético en las cuerdas del bajo de Paulo Jr. y las palabras en castellano de Andreas Kisser, sonaron a invocación bajo el amparo de unos focos que se movieron al ritmo del cuarteto enfocando puntualmente y mediante flashazos directamente a un público que corría en círculo por la arena cerca del escenario para manifestar de esta forma tanto su respeto, como su admiración hacia estos históricos del Thrash de los que muchas bandas mundiales son sin duda deudoras.
Combinando temas de diferentes etapas e hipnotizando con clásicos como “Dead Embyonic Cells” que la gente siguió a pies juntillas, se enzarzaron también con los brutales “Refuse/Resist” nada más y nada menos que de 1994 e incluido en su quinto álbum de estudio y “Arise”, poniendo también de manifiesto con marcada unión rítmica entre todos ellos una excepcional capacidad para rebajar tensión con “Machine Messiah” para amansar momentáneamente a unas fieras ávidas de Metal de base más primitiva que los despidió entre ovaciones, aplausos y un cielo lleno de cuernos que abrigaron al grupo mientras abandonaba con emotividad el escenario.
La calma que sucede a la tempestad llegó con WARCRY en el Jesús De La Rosa Stage en torno a las 22:30 horas para dejarnos una impecable actuación donde la banda, se lució tirando de clásicos interpretados por sus seguidores sin titubeos para dejar patente que esta formación es una de las imprescindibles dentro del panorama nacional totalmente afincada en un Power Metal de tintes Hard según los temas y amantes de los medios tiempos con letras muy centradas en la Historia, las Leyendas y los Héroes de sus queridas tierras asturianas.
El grupo liderado por Víctor García, ha ido ganando en madurez con el tiempo sintiéndose muy cómodo sobre los escenarios al saberse conocedor de los temas que la gente reclama y que para la formación, constituyen la base de la banda apostando su espectáculo por una acertada puesta en escena clásica y con su frontman como peso pesado de la actuación, gestionando el vocalista las riendas del espectáculo arropado tanto por telón como por videoclips que forman parte del ADN de este cálido e imprescindible grupo y que no faltaron en su directo.
WARCRY estuvo acompañado por un sonido que entendió a la perfección la intención de sus temas, el mensaje de los mismos y por una guinda de espectacularidad en cuanto a los efectos especiales se refiere que aliñaron una actuación donde sonaron grandes como “La Maldición Del Templario” o “Adelante” en las que el propio vocalista, se pudo permitir enfocar el micrófono hacia un público que los coreó al unísono agradeciendo también los de nueva hornada procedentes de su recién último trabajo Daimon. Sonido redondo, elegante, guitarras sin muchas pretensiones, repertorio previsible, corrección en las formas y en el fondo que ni defraudaron ni sorprendieron, aunque es admirable comprobar que tras veinte años de trayectoria aglutinan en sus directos a gente joven, un preciado tesoro para ese ansiado relevo generacional dentro del Rock & Metal.
Con KK’s PRIEST se cerró para nosotros la primera jornada del Leyendas tras celebrar con el grupo por todo lo alto y en plena noche cerrada perfectamente adornada por los espectaculares focos, un concierto imposible de olvidar en el que todo lo que podía salir bien, salió mejor.
Nos encontramos durante aproximadamente una hora y veinte minutos ante uno de los mejores directos del día con unos músicos entregados, imbatibles y sin duda en auténtico estado de gracia que complacieron al respetable en todos los aspectos, apostando por un setlist cargado de reminiscencias JUDAS como algo inevitable pues no en vano el fundador de la banda es KK Downing, el también antiguo fundador y guitarrista hasta hace unos años de JUDAS PRIEST que se ha rodeado con este grupo de un excepcional elenco de músicos encabezados por el vocalista Tim “Ripper” Owens quien también milito en los PRIEST y que ya conoce nuestro país, aunque lo pisaba por primera vez con esta formación donde encaja como un guante.
La limpieza y el lucido brillo vocal que presenta Owens, traicionaría nuestro subconsciente por momentos si escuchásemos los clásicos PRIEST con los ojos cerrados, una traición auditiva que nos llevaría a pensar que estamos ante el mismísimo Halford aunque con menos cavernosidades en la ejecución y sin duda, sin interpretar algunas canciones añoradas que la banda apartó junto a Owens como por ejemplo “Metal Meltdown”, la cual sonó como una auténtica explosión en el recinto.
Expectación sí pero dudas acerca de lo que iba a ofrecer la banda por primera vez en España creo que no tenía nadie, pues el aplomo y la seguridad de estos auténticos profesionales por no decir lunáticos del Metal nos dejó a todos boquiabiertos en sonido, luces y actitud derrochando con sus caras la misma felicidad que con sus notas, una sucesión de arpegios ilimitados que impregnaron la noche de Villena dando también KK’s PRIEST un golpe sobre la mesa con temas propios a los que rodearon de fuego frío, llamaradas, una extraordinaria presentación visual y la sensación plena en todos nosotros de que sin todo eso, hubieran sido igual de grandes.
Heavy Metal en estado puro y estremecedor del que nos gusta, del que admiramos sobre todas las cosas porque nunca nos falla, quedando ya para siempre en nuestro imaginario ese “Breaking The Law” brutal por poner un ejemplo único y emblemático de lo que fue este directo ya grabado a fuego que con sólo esas palabras todos entendemos.
Una nueva jornada nos esperaba en el Polideportivo Municipal de Villena que abría sus puertas el jueves 10 de agosto a las 16:00 horas bajo un sol de justicia y unas temperaturas que alcanzarían máximos de 40º, lo que llevó al staff ubicado en los respectivos fosos del Azucena Stage y Jesús De La Rosa Stage durante las horas de luz, a utilizar un nebulizador de agua para refrescar al público que ya desde primera hora ocupó posiciones frente a este último escenario para disfrutar a las 16:40 de un grupo muy esperado en nuestro país, el combo femenino de Heavy & Power Metal llegado desde Suiza BURNING WITCHES.
Ardió literalmente la campa cuando las “brujas” aparecieron sobre la tarima afrontando con actitud, empatía, estética perfectamente cuidada y sobre todo despliegue musical sus mejores temas para cautivar de inmediato a la ya multitud de asistentes que comenzaban a vivir el que sería el día con más afluencia del Festival.
Perfectos en sonido y actitud, repertorio selecto, Brutal Death en estado puro con ortodoxia en la interpretación, seriedad en la ejecución del ritmo no reñida con la cercanía y un atardecer que comenzaba a relajar el calor, fueron todas las claves gracias a las que I AM MORBID bordó literalmente una actuación que volveríamos a ver sin dudarlo y seguro que ellos repetirían.
GRAND SLAM impecable en el Mark Reale Stage comenzó a las 20:35 horas con trazas de lo que hicieron, desmelenarse en un directo perfecto que gustó y mucho. Con la imagen en la cabeza de Phil Lynott como fundador de esta banda, nos despachamos a pleno pulmón con un grupo tan elegante como acertado en el repertorio que no se apartó ni un milímetro de la senda ejecutoria más exquisita y el mimo hacia temas como “Nineteen”, con el que ya conquistaron de entrada al respetable.
Formación de corte clásico con su mirada puesta tanto en el pasado como en un presente enfocado a lo que fueron y son los grandes dinosaurios del Rock, el combo afrontó bajo el paraguas de un ideal, inmejorable y perfecto vocalista Archer una actuación que a pesar de todos los componentes favorables con los que contaba tardó en calar en la gente, un público que en gran medida se concentró más en escuchar las canciones que en excesos de baile o puños en alto siendo un ambiente especialmente A.O.R. el que se apoderó de este directo, imprimiéndose con esta atmósfera aún más ese toque tan placenteramente Irish Rock que acabó embelesando gracias entre otras a una redonda “Hit The Ground”.
El crescendo llegó con las que no fallan en cuanto a versiones se refiere tipo “Military Man” de Gary Moore, un tema dorado que embriagó la caída de la tarde al mezclarse con el inicio de los primeros focos de los que disfrutó el grupo mientras se atrincheraron en una cómoda actuación que se hizo más cálida por momentos, abandonándose en algún punto GRAND SLAM a ciertos tiempos lentos aunque el show se remataría con una extraordinaria muestra enérgica de garra rockera de la mano de “Crazy” o “Sisters Of Mercy” dejando claro la banda que su amplia gama de coqueteos con el Rock se debe tener en cuenta, apreciación captada por todos los allí presentes que aplaudieron esta carga de sensibilidad y en parte legado del que también dejase el mismo en los añorados THIN LIZZY.
ARCH ENEMY nos hizo cambiar tanto de ubicación como de tercio además de darnos su concierto una tregua con respecto a las temperaturas que todos habíamos asumido durante esta jornada de jueves, habiendo sido piezas indispensables para calmar el calor tanto esos nebulizadores con agua disparados desde los respectivos fosos de los escenarios grandes como los numerosos grifos dentro del recinto que nos habían ayudado a sofocar la sed, contando también con una sombre que en el Leyendas Del Rock es generosa al aparecer ya desde primera hora de la tarde junto a las orillas del Stage 1 y del Stage 2 para alivio de la gente que siempre se cobija en ella como una piña, dominando la umbría ya a las 21:10 horas prácticamente toda la campa preparada con miles de ojos para disfrutar de esta aplaudida formación con línea firme asentada en el Death Metal Melódico más depurado.
El buen sabor de boca que siempre deja esta aclamada banda era ya en si mismo un elemento previo que permitía ver en el ambiente las ganas de disfrutarla, sobre todo teniendo en cuenta que muchos no habíamos visto aún en directo la presentación de su último disco Deceivers en el que se volcaron sin mucha performance escénica, sin muchos efectos visuales y sin exceso de aderezos exceptuando como no, el siempre espectacular e impresionante estilismo de su carismática vocalista Alissa White-Gluz, quien pudo contemplar ante sus ojos cuando saltó a escena no sólo la admiración y respeto del público, sino la gran variedad de edades ostentadas dentro del mismo sin duda para agrado del grupo que puede presumir de haber conquistado con su música a varias generaciones.
La inmejorable, adorable y estratosférica garganta de la cantante dio una lección tanto de buen hacer como de buen gusto durante toda la actuación, arrancando el show con “Deceiver, Deceiver” para poner a la gente al pie del cañón cantando, bailando y ovacionando la misma al igual que se hizo con los clásicos llegados de la mano de “Ravenous”, “War Eternal” o “My Apocalypse” tejidos con unos mimbres de infarto por parte de todos los componentes de este combo que no deja nada al azar, entregándose cada uno de ellos a los temas en una defensa de los mismos intestina que creaba momentos realmente épicos sobre todo en los estribillos, unas repetitivas frases pegadizas que cobraban vida propia al ser coreadas por una multitud que contó como improvisada base rítmica para sus cánticos con las baquetas incontestables de Daniel Erlandsson, quien también cogió las riendas de la percusión a la hora de gestionar cambios de tiempo y juegos con unas melodías seguidas muy de cerca por las cuerdas de guitarras y bajo, las cuales actuaron con más moderación centrándose en ritmos épicos para fijar ese choque de notas que convirtió los sonidos más agresivos del Death en sinfonías más amables.
La maquinaria ARCH ENEMY fue imparable una vez puesta en marcha y la carismática Alissa fue consciente de este momento de apoteosis, volcándose aún más si cabe en las canciones y muy receptiva ante los aplausos de la gente que encumbró grandes temas como “The Watcher”, recibido tras unas palabras de la frontwoman y antes de que llegase para culmen del directo “The Eagle Flies Alone” como un bombazo de adrenalina premeditado, un cañonazo que derrochó sinfonía por los cuatro costados dejando en éxtasis a una feligresía totalmente dominada por el climax musical que estaba ofreciendo la banda e intentando no perder de vista a los instrumentistas, pues era difícil apartar la mirada de White-Gluz cuya presencia empequeñeció el escenario al tomarlo por completo haciendo suya toda la tarima mientras la recorría para ofrecer feedback a los allí presentes, rematando un extraordinario concierto con “As the Pages Burn” para hacernos entender definitivamente, si es que había alguna duda, el porqué son imprescindibles en todos los Festivales.
VICIOUS RUMORS se presentó en el Mark Reale Stage con su apuesta de Power Metal norteamericano ante unos incondicionales que de inmediato apreciaron los primeros acordes de “On The Edge”, un guiño leyendero a un proyecto ya de años que siempre se ha movido por unos senderos más underground desde aquel lejano debut en 1985, concentrándose todos estos años en no perder ese norte que en cierto modo les ha convertido para sus fans más acérrimos en un grupo de culto gracias en parte a temas como el homónimo a la banda “Vicious Rumors”, contando en su actuación el grupo con el mérito añadidos al coincidir en parte con la hora de los que este día eran cabeceras de cartel MEGADETH, algo que no pareció ser disuasorio para un gran número de fieles.
Al menos hay que tomar el pulso a esta banda una vez en la vida y disfrutar de su inefable e incombustible guitarrista Geoff Thorpe, el precursor del magistral disco Digital Dictator que fue remasterizado con todos los honores en 2009 y que nos dejó un reguero de temas “molones”, repletos de estrofas demoledoras e impecables voces que mantienen en alto a un grupo resolutivo, pulcro, centrado y efectista adorado merecidamente por sus fanáticos admiradores.
La actitud con la que VICIOUS RUMORS pisó el escenario fue encomiable, no desperdiciando ni un solo segundo tanto en ejecutar los temas como en seguir los mismos de forma imparable por parte de todos los miembros del grupo que como enloquecidos del Power, se despacharon a gusto concentrándose en los primeros trabajos de la formación con clásicos y temas tralleros, promoviendo con ellos los más salvajes headbanging por parte del público que se divirtió gracias a un potente directo que no les permitió ni bajar los cuernos ni dejar de mover las cabezas viéndose atacados directamente a la yugular por “Soldiers Of The Night”, “Welcome To The Ball” o “Down To The Temple” con los cuales el vocalista Brian Allen dejó el listón muy alto en su tarea de sustituir al habitual Ronny Munroe, quien había sido baja por motivos de salud unos días antes y no pudo desplazarse a Europa, una dificultad añadida que el reclutado Allen superó con creces ofreciendo un concierto tanto para exigentes como para nuevos adeptos.
Prácticamente recién llegados del “movidito” Wacken Open Air donde la banda hizo un llamado “show corto”, los Thrash Metal norteamericanos MEGADETH pisaban el Leyendas Del Rock 2023 como flamantes cabeceras de cartel el pasado 10 de agosto con un espectáculo más extenso del gestionado en Alemania, siendo esperados en nuestro país con muchas ganas para ver al idolatrado Dave Mustaine arropado ni más ni menos que por James Lomenzo, Kiko Loureiro y Dirk Verbeuren confiando todos nosotros en una entrega total por parte de estos incuestionables que algo se hicieron de rogar mientras los nervios a pie de Stage 1 aumentaban, pues sin duda hay oportunidades que es posible sólo se presenten una vez en la vida.
Encomendándose a una Intro inicial a cargo del tema “Hangar 18” con videoclip incluido, nos pusimos alerta preparados para recibir a estos jinetes que salieron a escena situándose de forma casi ceremonial cada uno en su sitio, abarcando los cuatro por completo la tarima y haciendo de ella una fortaleza desde la que nos regalaron un directo sobrio pero accesible por el repertorio desgranado, ya que la formación lejos de centrarse en su último trabajo The Sick, The Dying, And The Dead del cual sólo interpretaron el tema “We’ll Be Back”, recorrieron un Setlist repleto de artillería pesada formada por los clásicos más potentes.
La batería de Verbeuren apareció enclavada sobre un podium totalmente encajada entre las pantallas que durante la actuación, dieron luz al espectáculo a través de diferentes proyecciones como única performance del directo en el que Mustaine tuvo como complemento ideal a Kiko, un seis cuerdas totalmente empastado con el vocalista que clavó el concierto entendiéndose con Dave a la perfección aunque sin desmerecer al resto, a pesar de que en un principio la batería tal vez debido a esa ubicación algo encajonada pareció estar poco templada, algo que pudo ser un mero espejismo pues cuando empezaron a sonar las afiladas notas del “Dread and the Fugitive Mind” o del “Angry Again”, el Leyendas entero se conmovió escuchando el imparable sonido que se gastaba MEGADETH quienes para algunos temas sólo contaron con los inmensos y acertados focos del Festival, abandonando la banda voluntariamente los suyos y dando así una imponente majestuosidad a un directo ambicioso donde no faltó el “So Far, So Good … So What!” que puso a saltar a todo el personal manos en alto.
Cercano el ecuador del concierto, el grupo se marcó una larga sucesión de partes instrumentales muy emotivas junto con algunos más tranquilos como “Trust” antes de dar paso a una segunda tanda de temas que vivimos con más intensidad, una sucesión de imprescindibles como “Conquer Or Die” o “Dystopia” que pusieron a prueba el pulso del guitarrista antes de que se pusiese a prueba la infalible garganta de Mustaine con un grandilocuente “Sweating Bullets” coreado por el público con el cual, se creó un momento mágico que todos percibimos bendecidos por el talante desenfadado y cercano de Dave sabedor de que la siguiente metralla desmadraría por completo la arena gracias a “Symphony Of Destruction” o “Peace Sells” para arrollarnos y hacer luego un guiño a épocas más jóvenes gracias a “Mechanix”, sintiendo todos los allí presentes como se nos hacía justicia con este despliegue tan contundente de tops que nos dieron la puntilla sin más edulcorantes que la presencia de ellos para dejarnos rendidos, cerrando el show definitiva y apoteósicamente con un “Holy Wars … The Punishment Due” brutal tras el cual confirmamos para siempre que esta gente sabe perfectamente lo que se trae entre manos y nosotros ahora también, pues aunque ya contábamos con ello, esta actuación colosal permanecerá en nuestras retinas, cabezas y corazones.
Rematando la noche con PANZER, nos sumergimos en un refrescante baño de Rock Duro con solera para abandonamos en el Mark Reale a la infalible tradición de lo nuestro y de nuevo por segunda vez, con Miguel Ángel López Escámez “EL Cachorro” en este Stage para acompañar al incombustible Carlos Pina, quien al frente de esta ochentera e imprescindible formación patria abrió fuego con las viejas notas del “Escápate” haciéndonos a todos sabedores de que la mejor munición de la banda nos esperaba, pues las canciones más emblemáticas de este grupo sonaron con sabor a nostalgia y siempre que las escuchamos, deseamos que nuevas producciones pusieran el broche de oro a este combo al que nunca le han faltado letras comprometidas y sonidos afilados dentro del Heavy Metal.
El sonido acompañó a PANZER y las altas horas de la madrugada favorecieron el juego de focos sobre el escenario mientras la voz fuerte y característica de Pina entonaba lo deseado, “Toca Madera”, “Perro Viejo” o “Dios Del Rock” de cortes puramente rockeros con mensaje y muy unidos a los sentimientos que una época en cierto modo ingenua los vio nacer, uniendo sus líricas a una comunidad de amantes de un incipiente metal en nuestro país que los hicimos nuestros y forman parte del imaginario de una generación.
La imagen de la abuela Ángeles no pudo faltar sobre el escenario para contemplar también como la balada de la banda por excelencia “Junto A Ti”, ponía en alto las manos de la gente que la coreó de principio a fin arropando a PANZER y demostrando a la banda tanto el cariño como el calor con el que cuentan en las filas de sus más fieles seguidores, encontrándose también entre el público fans más jóvenes que pudimos comprobar conocían y jaleaban con los puños en alto grandes himnos como “Galones De Plástico” y “Caballeros De Sangre”, las cuales llegaron con la guitarra de Miguel Ángel soltando riffs por todo el escenario y un Carlos Pina animando al personal a repetir los siempre poderosos estribillos de ambas antes de rematar el show con “Panzer” y “No Hay Quien Nos Pare” en un repertorio acertado, potente e infalible que llevó al público a rendirse ante los temas que han quedado para la posteridad y despedirlos con unos merecidos cuernos en alto.
La tercera jornada del Leyendas se preveía más suave que el día anterior en cuanto a las temperaturas se refiere, aunque el viernes 11 de agosto mientras avanzábamos por ese paseíllo ya tradicional hacia la entrada siempre plagado de camisetas negras con los ídolos estampados en ellas, las flamas de las 16:00 horas caían sobre nuestras cabezas como llamaradas de fuego, por lo que las fuentes de la entrada nos sirvieron para el primer refresco del día antes de encaminarnos al Mark Reale y degustar a una banda que tiene todas las papeletas para convertirse en un grupo de culto de nombre DARK EMBRACE, quienes comenzaron puntuales en la siempre agradable sombra de este escenario que se plagó de esa oscuridad brillante que desprende la música de estos gallegos que cuentan con un excepcional reciente disco en el mercado de nombre Dark Heavy Metal.
Con el vocalista Óscar Rilo a la cabeza, el grupo se echó a las espaldas un espectáculo muy centrado en los temas de su último trabajo que para nosotros está plagado de brillantes composiciones con una deriva más metalera aunque sin abandonar esa oscuridad marca de la casa hacia la que siempre tiende el grupo, estando la misma presente durante todo un show intenso, sólido, embaucador y sobre todo que contó con un sonido contundente que despojó a la banda de todo tipo de florituras innecesarias apostando por una puesta en escena sencilla, poderosa y una ejecución de los temas potente y afilada que llevó a los asistentes a mover sus cabezas con los primeros headbanging de la tarde motivados por los que Rilo ofrecía continuamente desde el escenario.
Imparable la actitud de Óscar tanto en los registros vocales como en la conexión con los que allí nos dimos cita para disfrutar de un combo que coquetea como nadie con un Heavy & Death Metal de tintes cargados con cierta épica, unas notas que calaron en la gente gracias a temas como “Never Seen The Sun” o “Let The Blind To See” que mostró la impactante imagen del vocalista arrodillado brazos en alto seguramente implorando piedad ante la sucesión de punteos y melodías que los guitarristas derrocharon antes de que nos sumergiésemos en tiempos pretéritos más tenebrosos con “Bitter End”, volviendo después a saltar en el tiempo con sintonías más pegadizas gracias a “Life And Legacy” de estribillo muy coreado y que demostró la versatilidad tanto compositiva como ejecutoria de este grupo que está dando y dará mucho de lo que hablar.
DYNAZTY descargó también a primera hora en un concurrido Jesús De La Rosa Stage que abrazó su repertorio de Power Metal con bases rítmicas y riffs muy bien complementados, creándose melodías apacibles para disfrutar en este inicio de tarde pues la amabilidad de su música se nutre con gran fortuna de estribillos reconocibles y coreables que convierten sus canciones en singularmente personales, haciendo la banda las delicias de los seguidores con preciosidades del tipo de “Natural Born Killer” perteneciente a su último trabajo editado en 2022 sin olvidar grandes composiciones anteriores que fueron muy del gusto del personal, un público que se volcó en todo momento con el grupo no sólo cantando, sino con las manos en alto aplaudiendo cada una de las piezas y mostrando una gran ovación con las notas de “Natural Born Killer” o “Yours O Power Of Will”.
La formación es sin duda una apuesta a caballo ganador para un Festival ya que mueve cantidades de fans que siempre se muestran muy activos en sus conciertos, siendo su feligresía muy agradecida a cualquier tipo de repertorio que pueda elegir esta banda que cuenta con ocho discos en el mercado, siendo por ello su Setlist siempre infalible sobre todo teniendo en cuenta la incondicionalidad de sus seguidores que cayeron rendidos ante las más antiguas “The Dark Delight” o la marchosa “Waterfall”, en la cual mostró Nils una excelente tonalidad vocal amoldándose al tema tanto en las parte más movidas como en las más tranquilas antes de cerrar su directo con dos lindezas como “Presence of Mind” y “The Human Paradox”, llegando ambas tras un solo de batería de Georg Härnsten y volviéndose con ellas a dinamizar un directo sin fisuras.
El cambio de tercio que es sin duda uno de los atractivos del Leyendas, nos llevó de nuevo a subir al Mark Reale para retornar al castellano con los asturianos ARGION, quienes se mueven también por las lides del Power pero más cercano éste al Heavy Metal, una oferta atractiva por la juventud de una banda que ejecutó casi al completo su segundo y por ahora último disco de título Lux Umbra con temas implacables, de buen gusto melódico y de cariz muy épico sin caer en excesivos sinfonismos, algo muy del agrado de la gente que con cada canción parecía estar descubriendo uno de esos grupos que ya se quedan contigo para siempre.
La Intro dio paso a “El Juicio Final” que ya de entrada nos dejó ver la dinámica nada estática de este combo que supo mover con ganas al respetable, impregnándole de una interpretación activa y optimista a la hora de defender composiciones muy poderosas en cuanto a punteos se refiere y una rítmica de base juguetona que empastó a la perfección con los solos de su homóloga, mostrándose todo ello muy bien entrelazado con unas rápidas bases de bajo y batería que practicaron limpios juegos y giros de notas perfectamente entendidos por el vocalista Pani, quien moduló gama de agudos en una tanda que se manifestó como imparable con “La Ciudad Eterna”, “Hijo Del Diablo” o “Un Largo Viaje” que fueron confirmando una actuación crecida según pasaban unas canciones que convencieron a la gente muy involucrada con la descarga, aplaudiendo la misma a rabiar en el broche final que llegó con “Fuerza Y Honor” como toda una declaración de intenciones de lo que habíamos disfrutado y dejando claro que ARGION pisa fuerte sobre un escenario que abrazó como la oportunidad que es, aprovechando cada tema para dejar claro que han llegado para quedarse.
Otra de las características del Festival es la maravillosa miscelánea de estilos de alta calidad que en el mismo se juntan, pudiéndose pasar del Power al Heavy y de esté al Metalcore o directamente al Grindcore & Death Metal de los británicos NAPALM DEATH, unos destroyer que saltaron inmisericordes al Jesús De La Rosa Stage sobre las 19:00 horas sin miedo a nada y enfrentándose ya de entrada a headbanging, incipientes pogos y la entrega incondicional de un público ansioso por reconocer los más de cuarenta años que la banda lleva a sus espaldas.
La crítica social y los mensajes más reivindicativos estuvieron presentes en los continuos speeches del vocalista Mark ‘Barney’ Greenway quien siempre ha gustado de una actitud más Hardcore, teniendo durante todo el espectáculo una gran implicación con la gente mientras comenzaban el mismo homenajeando sus últimos trabajos para gusto del personal que se volcó en cuerpo y alma con el espíritu de lucha que impregna temas como “Narcissus” o “Contagion”, sintiéndose desde el comienzo el grupo muy cómodo sobre el escenario y quedando ello patente tanto en la cercanía que mostraron con la gente como en la interpretación de un repertorio favorecedor donde todas las canciones eran conocidas, ya que a la espera de algún próximo lanzamiento discográfico el despliegue de clásicos hizo que la gente no parase de bailar y ovacionar con cuernos a unos NAPALM DEATH que se marcaron una versión de los norteamericanos DEAD KENNEDYS de nombre “Nazi Punks Fuck Off”, la cual combinaron con propias de la talla de “Mentally Murdered”, “Unchallenge Hate”, “The Kill” o “Siege Of Power” pero haciendo con ese cover un guiño a la ambición punk de la que siempre han presumido.
El tiempo se detuvo con estos acérrimos de la velocidad que supieron dar con la tecla de sus seguidores arrancando a las canciones visceralidad y exprimiendo la esencia exigente con la que cuentan las mismas, una actitud que siempre han demostrado y que les hace crecerse en Festivales y escenarios grandes donde parecen explayar su sonido agresivo y hostil acompañado siempre por los vítores del personal y los numerosos pogos que se fueron extendiendo por la explanada, reconociendo la gente a toda velocidad los temas más cortos y en cierto sentido emblemáticos por lo peculiar de los mismos como “You Suffer” y “Dead” que sembraron la locura entre el respetable antes de despedir con honores a estos locos de la adrenalina que subieron los decibelios del atardecer con la misma rabia de siempre o más si cabe.
KORPIKLAANI como buen y experimentado repetidor, nos llevó al Azucena Stage para deleitarnos con un show más que aprendido aunque no por ello exento de calidad, diversión, desenfado, actitud y sobre todo intensidad, ya que estos fineses de eterna sonrisa imprimen a sus conciertos una variedad de temas distendidos de Folk Metal cálido que nada tiene que ver con las gélidas tierras de donde son oriundos.
“A Man With A Plan” abrió la veda para el baile y la fiesta sin que nadie pudiera bajar las manos con las que se jaleaba a este grupo, un combo que fue aumentando su directo en cuanto al crescendo se refiere no defraudando su curtida trayectoria para marcarse un directo lleno de temas reconocibles y coreados por la gente ya desde las primeras notas como ocurrió con “Wooden Pints” y la cañera “Happy Little Boozer”, la cual voló literalmente la cabeza de todos los allí presentes que se vieron contagiados por la dinámica febril que se vivía sobre las tablas, pues quitando algún elemento de sonido que afectó aunque mínimamente a la guitarra de Cane, la calidad vocal de Jonne Järvelä se impuso a todo lo demás con apuestas seguras y explosivas tales como “Pilli On Pajusta Tehty” o “Sanaton Maa”, las cuales reventaron la arena especialmente cuando se combinaron con la excelente y vacilona conjunción entre acordeón y violín que volvió locos a todos sus seguidores como si hubieran entrado en un estado de embriaguez imperturbable.
Imprescindible la actuación de estos infalibles que puso un toque también lento al show tirando incluso de acústica a cargo de Jonne para algunas canciones como “Pidot”, aunque sin quitar por ello el on fire al público sabedor también de que la traca final estaba cercana y había que prepararse para ella, por lo que cuando comenzaron a sonar uno tras otro temas como “Beer Beer” y “Vodka” se redondeó un frenético directo imprescindible y agotador en cuanto a entrega se refiere del cual tanto músicos como público quedaron sin duda exhaustos, cerrándose esta actuación con la sensación de haber sido una de las más disfrutadas del día.
EXCITER, extraordinariamente brutales sin más. Nada de aditivos, nada de conservantes, unos tipos magistrales en estado puro haciendo Speed & Thrash Metal sin paliativos, sin titubeos, sin medias tintas y sin distracciones que constituyeron tanto una sorpresa en directo como un descubrimiento a pesar de contar ya con una extensa trayectoria que los ha mantenido siempre en un discreto segundo plano y tal vez por esto, hay que buscarlos a conciencia para encontrar la acidez de un concierto sin miramientos que ha hecho de ellos uno de los grupos con más punch de este Leyendas 2023.
El trío liderado por el batería y cantante Dan Beehler lo tuvo claro desde el principio, mostrándose desde el inicio intratable frente a una feligresía que llenó el Mark Reale para disfrutar de estos canadienses que tal vez no sean los típicos virtuosos, pero que sin duda cuentan con algo tan abstracto y a la vez tan eficaz como es tener “efecto”, llevando este don tan difícil de encontrar hasta las últimas consecuencias para completar unas composiciones nada exentas de melodía con una estética de cuero y metal como complemento perfecto a la potentísima e intachable dinámica de sus espectáculos, pues lejos de lo que puede ser una dificultad al estar su vocalista sentado frente a los parches, esto es convertido por los otros componentes en una oportunidad al enlazarse como un binomio perfecto haciendo virtud de esta peculiar circunstancia e imponiéndose los cuerdas a la situación, algo que les lleva a hacer suya una tarima que llenaron de arpegios disparados con esa hostilidad tan heavy que caracteriza a los mejores.
“Stand Up And Fight”, “Heavy Metal Maniac”, “Die In The Night” o “Unveling The Wicked” fueron cayendo como moscas en un ambiente enmarcado en cuernos, headbanging, coros, air guitar y una perfecta comunión entre público y banda que supieron entenderse sin mirarse, comprendiendo ambas partes a la vez el sentido del Metal más sucio y trallero inmerso en una dinámica imparable de joyas que atraparon a propios y extraños del estilo, una descarga que no perdió ni un ápice de caña con el paso del show terminando éste con remate de clásicos como “Heavy Metal Maniacs” para bordar un espectáculo tan sencillo como poderoso de los que volverías a ver acto seguido de nuevo.
Más Metalcore del bueno nos esperaba con BEARTOOTH esta vez en el Jesús De La Rosa Stage para continuar con esta dinámica de Hard más extremo que se apoderó de esta jornada, pues los norteamericanos vinieron a redondear un día que ya prácticamente recién caída la noche había contado con dosis inefables de las melodías más excesivas que tuvieron una gran acogida en todos los escenarios por parte del público, no siendo menos la actuación de esta banda que se interesó por saber el número de personas que les veían por primera vez y a las que sin duda no defraudaron, pues con su líder indiscutible Caleb Shomo como frontman nadie pudo mantener ni las manos ni la cabeza en su sitio siguiendo las continuas carreras que el vocalista practicaba sobre el escenario en un directo donde literalmente se dejó la piel.
El combo de músicos se manifestó destacable como conjunto y también en interpretaciones más individuales cuando los momentos de los temas lo requerían, pues tan potentes en solitario como compenetradas se mostraron las guitarras de Will Deely y Zach Huston junto con los sonidos más cerrados de las bases rítmicas de bajo y batería que gestionaron impertérritos temas de última hornada como el single del 2023 “Sunshine!” que no por reciente fue menos conocido, ya que contó con la gestión coral por parte del respetable que admiró en todo momento la actitud de entrega con la que el quinteto se desvivió literalmente por ofrecer sus más conocidas y queridas composiciones como son “Devastation” o “The Last Riff” hasta llegar a uno de los imprescindibles de la banda como es “In Between”.
Sin que la energía bajase la guardia y manteniéndose los cinco jinetes como si acabasen de salir a escena, el cantante se animó inmerso en una burbuja de entrega a bajar lo más cerca posible de la gente para sentir el calor y compartir con ellos las partes instrumentales de alguno de los temas, generando una explosión de pasión entre un público bastante joven que ya nos advierte de que el relevo está cercano y apunta con sus melenas a los que quieren sean los nuevos referentes, los nuevos ídolos que sin olvidar a los de siempre seguirán dando vida al género en sus diferentes vertientes defendiendo propuestas metaleras novedosas no exentas de calidad y aportando visiones sinceras de la esencia que nos une.
Llegó la hora de BULLET FOR MY VALENTINE que se presentaba como uno de los cabeceras del Leyendas despertando dudas de inicio ante lo novedoso de una propuesta que tal vez marque la nueva senda del Metal, algo que es una tarea difícil dentro de unos gustos ortodoxos ya asentados como los que existen en el mundo del Rock pero que nada más ver la cantidad de gente que se agolpada ante el Azucena Stage quedó claro era un triunfo, pues la mezcla de curiosidad, respeto y admiración que los de Gales despertaron en la gente estuvo justificada cuando empezó su directo avalado por sus más de veinte años de trayectoria que tal vez ahora, ha llegado el momento de consolidar siendo este Festival el sitio perfecto para hacerlo.
Con una sencillez escénica llamativa y un espectáculo con clara apuesta humana centrando su fuerza literalmente en el potencial de los músicos, se presentaron sobre la tarima con aplomo y decididos a romper la paz de la noche como así lo hicieron, pues los pogos siempre muestra de complicidad y entendimiento de lo que sucede sobre la tarima no tardaron en llegar alentados por el vocalista Matt Tuck mientras gestionaba un repertorio muy acertadamente centrado en tops, tal vez con la máxima de que los discos nuevos se dejan para ocasiones más tranquilas o menos numerosas que puedan digerirse con mejor paladar y saborearse, quedando los himnos para ocasiones en las que lo importante es el disfrute de la gente como pasó cuando se lanzaron con “Over It” hasta llegar tras una sucesión de éxitos a “Piece Of Me” con el que eclosionaron la explanada de personas saltando al unísono mientras escuchaban en plena locura la perfecta combinación de unas guitarras gloriosas, sagaces y dobladas intentando seguir los baquetazos de Jason Bowld.
Puños en alto se recibió a temas como el medio tiempo “All These Things I Hate (Revolve Around Me)” para bajar unas revoluciones que se resistieron a desaparecer ante la llegada de la veloz y guitarrera “Scream Aim Fire”, la cual abrió paso a la no menos fiera en riffs “The Last Fight” con la que se desataron innumerables molinillos de incontables cabezas que hicieron los honores a estos poderosos ritmos que de forma ordenada pero potente se sucedían también en temas de cariz mas cavernoso como “Shatter”, que comenzó una recta final en cuesta hacia abajo para derivar en la esperada “Suffocating Under Words Of Sorrow (What Can I Do)” que les coronó en lo más alto y les permitió abandonar la tarima entre ovaciones y con esa sensación de triunfo que sólo es patrimonio de los mejores.
Totalmente tocados por la paliza que acabábamos de recibir, la purga llegó con TWILIGHT FORCE para desquitarnos de histeria tanto individual como colectiva y centrarnos que nos costó, en una nueva sesión de Power Metal en auténtica minoría este día, una dosis de dulces sinfonías a cargo de un grupo que también se ocupó de nuestro agrado visual al aparecer sobre el Mark Reale con performance de rol élfico que no dejó ningún detalle al azar y tal vez por esto, hubo una demora en el arranque de la actuación que lejos de deteriorar la espera propició el que cada vez más gente se agolpase en este Stage tan querido para ver como defendían sus épicas canciones que no contaron tal vez con el sonido que merecían, pues lo bajo que se escuchaban los instrumentos y el ralentí que pareció tener la voz del vocalista Allyon desmerecieron algunas parte del concierto que sin embargo casi llegado el ecuador del mismo se perfiló con bastantes mejorías.
Un no parar en la mezcla de ritmos guitarreros, una base de teclados que dio magistralidad a las canciones, un bajo encargado de arrancarnos en parte del ensueño sinfónico de las composiciones y unido todo ello a una voz perfectamente modulada por parte de cantante, dieron finalmente con la clave de lo que realmente es esta banda gracias a los temas que íbamos escuchando y muchos bailando, contando todos ellos con cierto aire de magia culpa en parte del atrezzo que favoreció interpretaciones como “Dragonborn”, la atmosférica “Thundersword”, “Flight Of The Sapphire Dragon” o “Winds Of Wisdom”, empapándonos todas ellas de dragones, druidas, místicos personajes y leyendas ocultistas que ocupan sin pudor sus letras basadas en un buenismo aterrenal y atemporal que fue cogiendo textura a medida que avanzaba el show, mostrándose con una crudeza tan impecable como elegante al destacarse por encima de todo la exquisitez musical con la que cuentan las composiciones de esta banda que se hizo con las riendas de un directo difícil sacando adelante el mismo gracias a las habilidades de sus músicos y al partido que sacan ante el respetable de sus estribillos, dejando así claro que la veteranidad es un grado.
Más velocidad Power llegó de la mano de DRAGONFORCE, unos frenéticos abandonados a unos ritmos trepidantes sin más pretensiones que depurar técnica, pulir sonido, acrecentar la presencia escénica con aderezos efectistas tanto visuales como pirotecnia y reclutar cabezas imparables que sigan si se atreven el ritmo de sus temas … ahí es nada y vaya concierto que se marcaron los británicos con estas premisas.
La positividad de la puesta en escena con elevado buen gusto y sin pecar de excesos, se contagió desde el comienzo al público entregado sin miramientos al Setlist de una banda que hizo un recorrido por su prolífica trayectoria desde 1999, comenzando el directo con “Highway To Oblivion” seguido por “Fury Of The Storm” que llegó acompañado por las primeras involucraciones activas de la gente, pues el numerosísimo público empezó con las ovaciones al grupo y los consecuentes brazos en alto y movimientos de cabeza que parecieron alentar a una banda imparable en velocidad y con un binomio perfecto a cargo del cantante Marc y del batería Gee Anzalone, quienes parecieron establecer las normas de la dinámica de la actuación muy concentrado en la perfecta modulación el primero sin que viésemos en esta virtud ningún esfuerzo y una extrema pegada del segundo, apoyando con las baquetas a sus compañeros instrumentistas y alzando los temas a lo más alto con el permiso de una bajista muy concentrada en dar dureza a la base rítmica con imparables slaps.
La noche avanzaba y cada vez nos fijábamos más en los detalles que presentaba un escenario coronado por gigantescas máquinas de videojuegos muy acordes con las gafas psicodélicas que llevaban sendos seis cuerdas, dos hombres que parecieron estar unidos como mellizos en la gestión de las canciones subiéndose en multitud de ocasiones sobre los amplificadores al borde del escenario para entregar punteos, solos, dobles ritmos y arpegios brillantes a gran velocidad arropados por los coros de la bajista Alicia Vigil, quien se manifestó como una pieza clave de la actuación dando profundidad y cuerpo a obras como “Ashes Of The Dawn”, “Black Fire” esta última de su primer disco o “Cry Thunder”, la cual llegó precedida por una explosión en el cielo con miles de pequeños papeles adornando la noche antes del desmadre con “Through The Fire And Flames” y de algunas partes más instrumentales del espectáculo que los guitarristas bordaron totalmente enloquecidos y tocando sus respectivas seis cuerdas en posiciones imposibles, cerrándose así un concierto que merecidamente se llevó los galones de épico.
El fin de fiesta para nosotros lo pusieron los actualmente encumbrados DRY RIVER, un muy querido grupo castellonense que ha ido cogiendo poco a poco un nivel tanto compositivo como de interpretación que está cercano a ser estratosférico, mezclando en sus espectáculos sobriedad con divertimento a cargo de un personaje ya familiar si se les ha visto en varias ocasiones como es el monje que les acompaña en algunos de sus temas y personaliza sus ya de por sí singulares actuaciones.
El último trabajo de la banda ha sido editado en 2022 bajo el nombre de Cuarto Creciente y se ha convertido en una catapulta para esta formación que ha recorrido Festivales y salas de toda España, dejando en sus directos canciones como “Culpable” con la que abrieron el Leyendas buscando ese potente y poderoso estribillo que de entrada levantó a la gente que los esperaba a las intempestivas pero frescas 02:50 horas sabedores de que esto sólo acabada de empezar y sabedores también de que DRY DRIVER en sus conciertos, se va creciendo como la espuma sobre todo si se tiene al frente de las guitarras a Guillermo y Matías que acarician sus cuerdas como si de ello dependiese la vida, imprimiendo en ellas un toque muy embelesador que favorece los aderezos del vocalista tan confiado como seguro a la hora de gestionar diferentes registros que ensalzan su valía y redondean los temas.
Tras la aclamada e infalible “La Serpiente”, se adentraron en una zona más orquestada que les cuadra a la perfección y gestionaron “Fundido A Negro” para dar paso a un puro punteo de guitarra gracias a “Capitán Veneno” a cargo éste de Guillermo, quien también se lució en “Funeral” antes de que la emoción se apoderase del recinto y sólo faltasen unas velas para entonar todos al unísono “Me Va A Faltar El Aire” con la que prácticamente cerraron el concierto muy aplaudidos por una saga de incondicionales que gritaron su nombre de principio a fin, agradeciendo ellos con un sentido saludo desde el escenario y visiblemente emocionados la gran acogida que su bajada al Stage 2 del Leyendas había tenido, habiendo triunfado sin duda en ese salto que todas las bandas que pasan por el entrañable Mark Reale desean realizar.
Atravesábamos por último día la entrada del Leyendas Del Rock 2023 en Villena sabedores de que estábamos a una jornada de ese final que siempre nos resistimos a que llegue pero con la ilusión indescriptible ante la jornada que se nos venía encima musicalmente hablando y sobre todo, con el espíritu que todos acudimos a Villena cada mes de agosto, sabiendo que una nueva vuelta al sol nos llevaría de nuevo allí, por lo que es espíritu leyendero nos invadió con fuerza el sábado 12 de agosto donde una pólvora final nos esperaba con actuaciones de clásicos que coronaron un Festival alicantino que contó con una gran afluencia de gente para ese día animada por un cartel excepcional.
A las 16:40 en el Jesús De La Rosa Stage, la memorable oferta que nos hizo ANGUS McSIX superó lo meramente musical para convertirse en un derroche de espectáculo sin amilanarse en absoluto por las horas y con la motivación de ver ante sí, a toda una piña de fans que realmente motivados comenzaron ya desde los primeros acordes a entregar su alma a Thomas Winkler, el que fuera vocalista de GLORYHAMMER y actual líder de esta formación que supo entender de entrada la receptividad de la gente mostrándose ante el público con performance exageradamente caballeresca, luciendo armadura dorada y con espada incluida que clavó ante sí al más puro estilo Excalibur para desarrollar junto a sus no menos llamativos compañeros de escena, una propuesta conceptual que enarbola una historia fantástica que él mismo se encarga de narrar entre tema y tema, resultando un show tan teatral como magnífico en el que musicalmente hablando la guitarrista zurda Thalia Bellazecca destacó en el arte de las seis cuerdas ya desde el arranque con “Master Of The Universe” aunque con un papel centrado en la rítmica y alejado tanto de riffs como de solos, al igual que ocurrió con su compañero de instrumento Manu Lotter.
El Power Metal elevado a un máximo exponente plagado de luz y color, contó para rematar el atrezzo con continuas apariciones de diferentes personajes de los que llenan las historias de Thomas para reproducir sobre el escenario parte de las canciones que se desgranaron sobre el mismo, no faltando la imprescindible “Sixcalibur” que se unía a una fiesta de inicio imparable en la que además de todo este llamativo mundo de fantasía que se desarrollaba sobre la tarima y que por momentos nos distraía de la música, contó con una más que curtida y sabia voz por parte del cantante que gestionó los temas en buen estado de forma arrancando de la feligresía sin mucho esfuerzo el acompañamiento a los estribillos tan pegadizos con los que cuentan composiciones tales como “Eternal Warrior” de contundentes y veloces baquetas que impusieron un ritmo frenético muy acorde con el desarrollo teatralizado de la actuación, generándose un binomio perfecto entre música y espectáculo que mantuvo la locura desatada en la pista durante todo el directo que necesitó de teclados y orquestaciones pregrabados para potenciar la melodía de las canciones y en cambio, no contó con la percusión de un bajo siendo la electrónica la gran dominadora de las interpretaciones.
“Starlord Of The Sixtus Stellar System”, “Laser-Shooting Dinosaur” con un dinosaurio sobre el escenario disparando agua que nos vino muy bien a esas horas, “Amazons Of Caledonia” o “Just A Fool Will Play Tricks On Angus McSix”, nos guiaron ya hacia el tramo final del concierto degenerando el mismo en una auténtica romería que se vivía frenéticamente en la arena y que puso las pilas a unos seguidores predispuestos a dejarse llevar por este arranque carnavalero que no requirió de los tan deseados focos del atardecer o del anochecer para brillar con luz propia, pues la que literalmente se montó con ANGUS McSIX y sus canciones tan melódicas como pegadizas a ritmo de orquestaciones con toques de música electrónica pregrabada, sin duda se alejó bastante de esa ortodoxia llena de bondades y virtuosismo que nos esperaba con otras bandas pero su efectismo y Power fiestero hizo mella en propios y extraños cerrándose un más que aplaudido show con “Ride To Hell”.
Prácticamente agotados por todo lo que los anteriores exprimieron de nosotros dejándonos exhaustos y rebosantes de adrenalina, vimos a AVALANCH iniciando su directo en el Azucena Stage luciendo nuevo vocalista en la figura de José Pardial, quien pudo presumir de garganta durante toda la actuación elevando agudos mirada al cielo para imprimir fuerza a unas letras que cuentan con mensajes amables y personalistas, muy propios para aplicar coros que corrieron en gran parte a cargo del bajista Nando Campos.
Esta banda histórica por la que han pasado grandes figuras de la escena nacional, cuenta como eje principal con el fundador y guitarrista Alberto Rionda que tuvo en todas y cada una de las canciones un papel más que destacado al frente de las seis cuerdas, perfeccionando si cabe punteos muy elaborados de extrema calidez que sabe gestionar con extraordinaria brillantez sin hacer de ellos unos solos demasiado afilados, pues la entrega musical de este grupo apuesta en gran medida por un base melódica de alta calidad, siempre muy bien ejecutada y que huye de los extremos más heavies para recorrer con gusto ritmos más sentimentales dentro de un Power de tintes Progresivos en el que siempre se han sentido muy cómodos, siendo en este directo especialmente favorecedores a este estilo tanto los coros como los teclados de un siempre acertado Manu Ramil, quien cuenta con una voz especialmente sensible para la gestión de las canciones y si buscamos la parte cruda más bestial de la banda la encontraremos en la certera pegada a los parches por parte de un muy aplaudido Mike Terrana.
El grupo cumplió un guion perfecto rememorando sus grandes éxitos que todo el mundo coreo y pudieron presumir de un gran público que aplaudió cada uno de sus temas, prediciéndose entre la gente canciones que han plagado su trayectoria de éxitos y repartiéndose las mismas a lo largo de toda su discografía pudiendo disfrutar todos con “Pies De Barro”, “Mil Motivos”, “El Peregrino” o “Niño” de tintes muy progresivos a los que el combo se enfrentó cargando los matices de un tono muy emocional con protagonista en teclados, frontman y las seis cuerdas de Rionda que siente el tema de una forma muy especial antes de despacharse con “Lucero”, estando la banda muy cómoda sobre el escenario ya que formaron un gran equipo en el que todos se entendieron a la perfección sin invadir terreno y sobre todo, se impuso el triunfo del nuevo cantante cuya voz encaja con estas composiciones ya cargadas de solera que siempre son una apuesta segura para los directos por la nostalgia que con ellas despierta el grupo y sobre todo, son muy especiales de ver en una sala donde la combinación de arte con la que cuentan todos los músicos de la banda crea siempre una atmósfera muy especial, aunque debemos decir que el sonido de AVALANCH en el Leyendas brilló con luz propia.
La más que curiosidad e interés por ver a este grupo del que por extraño que parezca nunca hemos disfrutado en vivo y en directo, nos llevó al Mark Reale por única vez en todo el día para al menos palpar durante algunos temas la tradición rockera con la que cuenta esta formación aragonesa y es que PEDRO BOTERO, lleva ya cincuenta años sobre los escenarios con el guitarrista y vocalista Abel Bartolomé al frente desprendiendo ese carisma tan cercano que su Hard Rock & Heavy Metal siempre ha tenido, una línea musical que ha contado con muchos fieles que han seguido a la banda cuando ésta ha abandonado su querida Zaragoza para descargar sus más que conocidos y potentes temas en otros puntos de la geografía nacional, algo que también pudimos ver en el Leyendas donde congregaron a un gran número de seguidores para disfrutar de este conjunto que forma parte de las bandas nacionales que allá por los añorados años ochenta, hicieron que nuestras ilusiones cobrasen vida en forma de himnos imborrables como “Me Falta El Aire”.
Completándose el combo con Nano Pérez al bajo, Cesarito Royo a la guitarra y Alejandro Duarte a la batería, PEDRO BOTERO ofreció la sencillez de unas composiciones que respetan al cien por cien la tradición de tiempos y desarrollo de temas al más puro estilo Heavy de siempre contando con letras íntegras, sólidas, de claro mensaje social y de barrio que conectaron entonces y lo siguen haciendo cuando son coreadas por la gente, siendo sin duda “El Sueño” y “Desertor” dos de las más queridas con las que no defraudaron dejando con su actuación una gran poso de sensaciones que siempre han logrado arrancar en sus directos, convirtiendo los mismos en grandes reuniones de admiradores del Heavy más clásico que nunca ha abandonado este grupo imprescindible que sin duda merece una gira especial para conmemorar sus bodas de oro y demostrar en salas, la cercanía y calidad de sus composiciones.
HÄMATON no sólo pisó por primera vez un escenario del Leyendas, sino que estos alemanes pisaban también por primera vez España podemos decir que por fin y sobre todo para dejar una huella imborrable tanto con su puesta en escena como con su actuación, pues su salida con máscaras y las caras pintadas dio ya un cariz teatral a un directo donde en un momento del show, el vocalista apareció en una especie de silla eléctrica montando un auténtico espectáculo en el Jesús De La Rosa Stage para complementar un concierto potente, afilado, poderoso, cercano, salvajemente atractivo tanto en sonido como en técnica y sobre todo, muy elaborado en la ejecución de su Groove, Industrial y Alternativo como mezcla explosiva junto a la voz grave y cavernosa de Nord.
La tralla comenzó con “Wir Sind Gott” como preludio de lo que iba a ser un auténtico desquicie tanto sobre la tarima como sobre la explanada, pues el cantante no paró de jalear y empujar a un público fácil que se compenetró con el grupo inmediatamente cogiendo el punto tanto a su música como a sus intenciones, pues la banda de inicial aspecto abigarrado supo establecer un puro feedback con la gente no siendo sus máscaras ningún problema para establecer esa cercanía al gozar los músicos de cierta libertad que les daba llevar bases pregrabadas, algo que cada vez es más habitual y no entendemos el motivo pues sin duda una ejecución más real de los temas tan sólidos y enérgicos que tienen por no hablar de su ferocidad, consideramos que ganarían mucho en vivo si las interpretaciones fuesen las propias de los instrumentos con una producción más detallista, trabajada y ensayada que arrastrarían aún más carácter y resolutividad si cabe.
La apisonadora HÄMATON nos pasó por encima con temas como “Gaga” o “Behind The Mask” con recuerdo especial para el bajista habitual Peter “West” Haag, al que una enfermedad impidió asistir y desgraciadamente acabó con su vida días más tarde, por lo que este homenaje tan sentido de sus compañeros cobró y cobra un valor especial en un directo que siguió adelante con continuos guiños humorísticos por parte de un frontman que también dominó los agudos y que junto con el batería, fueron los más ejemplares en cuanto a calidad en el concierto pues la guitarra y el bajo se vieron algo mermados en demasiadas ocasiones por las grabaciones que ganaron en intensidad según los temas, siendo uno de los momentos más divertidos de la tarde cuando se lanzaron con una genial versión del tema “El Mariachi” que el cuarteto se marcó en castellano y que fue, al igual que toda su actuación, muy aplaudida por la gente que la cantó de principio a fin, despidiéndose estos germanos con la sensación de triunfo y dejando en la arena un auténtico on fire en lo que consideramos, ha sido una de las bandas más acertadas en esta edición del Leyendas.
Es difícil en ocasiones cambiar el chip cuando se pasa de la caña anterior a una delicatessen musical como es MIKE TRAMP (SONGS OF WHITE LION), quien con su apacible actitud hipnotizó a una audiencia más tranquila que se enamoró de esa paz casi mística que desprende el guitarrista, disfrutando todo el mundo de lo que paradójicamente pareció un concierto intimista dentro de este inmenso Festival que la sensibilidad de Mike nos hizo sentir.
Sin duda estábamos ante una de las grandes apuestas del día que ya en las cómodas 20:00 horas, relajaba el ambiente impregnando el mismo de una melancolía Hard Rock que se afincó en los años ochenta para rememorar a aquella formación que tantas alegrías nos dio y cuyos clásicos, interpretó Mike con el cariño y el respeto que profesa a WHITE LION.
El vocalista hizo referencia durante su actuación en numerosas ocasiones a los lazos irrompibles que le unen con nuestro país, haciendo varios intentos por demostrarnos en castellano la historia que le une a España y como vivió durante muchos años en nuestra tierra, llevándose de la misma un más que grato recuerdo lo que es posible le llevase a gestionar una de sus mejores actuaciones cargada de sensibilidad, entrega, exquisitez en la guitarra y una voz redonda, sin agresiones ni hostilidades, nítida y acariciadora que junto con un repertorio acertadamente elegido nos regaló un atardecer embriagador.
El cantante, además de con un gran estado de forma musical cuenta también con un extraordinario aspecto físico moviéndose al compás de grandes como “Hungry”, “Lonely Nights” y “Tell Me” que absorbieron a la gente en un climax total de recuerdo actualizado y limpio cuyo sonido, fue mejorando según avanzaba el concierto con un extraordinario empaste entre Mike y el guitarrista Marcus Nand en obras como “Living On The Wdge” que lanzaron al segundo a dirigirse a la gente en un perfecto español para contarnos que Tramp había aprendido a tocar la guitarra en nuestro país, algo que pareció motivar aún más al vocalista que no se fue sin antes dejarnos la balada “Cry For Freedom” ni regalarnos Marcus un extraordinario solo en “Wait”, lo que hizo estallar a la gente en grandes aplausos y ovaciones que se enlazaron con entonaciones de “olé, olé” muy divertidas por el contexto, derivando la actuación en un ambiente más que amigable en el cierre de la misma con “Broken Heart” para poner este broche de oro y dejar una magia indescriptible flotando en el ambiente.
En primera fila literalmente y con una visual perfecta tanto del maestro MICHAEL SCHENKER como de su ideal pareja de baile Robin McAuley, esperamos impacientes a que estos genios nos desafiaran con guitarra y voz respectivamente en lo que sin duda fue uno de las más atractivas cabeceras del Festival y ello se notó, pues el gentío que conquistó la explanada que se extendía ante el Azucena Stage corroborara el interés, admiración y cariño que este excelso seis cuerdas despierta, siendo el arte de la guitarra un juego de niños en sus manos e interpretando sus dedos auténticas melodías de las que a veces pensamos disfruta él más que nosotros.
Siempre rodeado de los mejores y esperamos que con la sabiduría de mantener por muchos años junto a él a McAuley, se presentó Schenker ante nosotros sin muchas florituras por no decir ninguna para empezar sin miramientos con el primer tema de la descarga “Into The Arena” con el cual, ya se mostró intratable ante nosotros y es que tener a este monstruo musical delante y poder ver de cerca las virguerías que practica es algo de lo que nunca te cansas, a pesar de que su austeridad en cuanto a gestos o movimientos sobre la tarima brillan por su ausencia y su actuación cuenta como mucho con apuntar con su Flying V de vez en cuando hacia el cielo como ocurrió con “Cry For The Nations” tras prácticamente la cual, nos volvimos todos locos con un excelso Robin al frente del inigualable “Doctor Doctor” que sacudió el recinto con una voz impresionante y una actitud de McAuley majestuosa ante todos nosotros pues el vocalista no sólo con este himno, sino con todo el repertorio supo hacer gala de una garganta bien conservada que fue creciendo durante el concierto y que enamoró por la perfección ejecutoria sin dejar de lado la calidez, desgranando este tema al mismo tiempo que sus compañeros bailaban como un perfecto trío alineado mostrando una imagen arrolladora de poderoso Heavy Metal.
Según avanzaba el Setlist que se compuso de canciones tanto de UFO como de temas propios del alemán, parece que Michael comenzó a mostrar los primeros síntomas de movimiento desplazándose algunos pasos de su posición inicial para atreverse incluso a ocupar el centro del escenario en las partes instrumentales de “Looking For Love”, ya que un incansable McAuley en continuo movimiento por la escena cedió el podium al guitarrista en numerosas ocasiones para que éste pudiera conectar mejor con el público como ocurrió con el trallazo “Lights Out” que evidentemente, fue coreada hasta la saciedad por todos los allí presentes que tapamos con nuestra voz tanto la del vocalista como los geniales coros del bajista muy presentes durante todo el show.
Sin moverse nadie del público de sus posiciones, disfrutamos de un extraordinario solo en “Red Sky” viéndose claramente que la gente se motivaba más con los temas de los idolatrados UFO, aunque el fuelle no se perdía para nada con otras composiciones que tenían como nudo vehicular la sempiterna guitarra de Michael sin animarse la banda con ningún tema de la etapa M.S.G. aunque sin dejar de gestionar un repertorio muy bien elegido para que el ambiente no se relajase gracias entre otras a “Let It Roll”, volviéndose a poner con la misma de manifiesto la preciosa voz de perfecta dicción y tranquila modulación de McAuley que ni se despeinó gestionando con fluidez otras como “Natural Thing”, “Rock Botto” o “Barend” en la cual la mano de Schenker apareció en primer plano sobre la pantalla para mostrarnos de lo que es capaz, aunque ya lo sabemos.
Fin de fiesta estratosférico con “Only You Can Rock Me” para rematar una noche donde los mitos tuvieron su parte del pastel y dejaron muy claro que sin ellos, la historia de la música no nos habría sido tan favorable.
DIRKSCHNEIDER cerró para nosotros la noche y de qué forma, pues el abigarrado Udo se mostró realmente intratable en plena oscuridad rodeado de miles de cabezas que no dejaron de moverse al compás de inolvidables, irrepetibles e incombustibles himnos tan potentes como su apariencia que pareció arropar todo el recinto con un prácticamente íntegro revival de ACCEPT, un repertorio que de forma incansable defendió en un clásico y puro despliegue de Heavy Metal con más de cincuenta años de carrera a sus espaldas e idealmente acompañado por su hijo Sven a la batería y el bajista ex ACCEPT Peter Baltes, quienes arroparon al vocalista impertérrito a la vez que entregado ante joyas como “Highway To Hell” con la cual apareció en el escenario amparado por un telón que nos recordaba su fecha de nacimiento 1952.
Lo que nos esperaba a partir de aquí ya no tiene nombre pues ataviado con los sencillos a la vez que infalibles cuero y tachuelas, Udo nos golpeó sin piedad con temas como “Starlight”, “Living For Tonite” o “Midnight Mover” con esa garganta tan particular por la cual parece que no ha pasado el tiempo y que en un constante tono de lo que se acerca a ser un divertido regaño, nos dejó prendados con la ejecución más feroz de los mismos en un intento del cantante por mantener aún ondeando su bandera, un blasón que seguirá balanceándose en el tiempo del Metal mientras él quiera pues sin duda la intención de todos los alocados metaleros que le arropaban con los cuernos en alto y los headbanging más entregados, es la de no dejarle abandonar filas por el momento.
Poco a poco se alcanzó el ecuador del directo con canciones tan cañeras que se mostraron como un auténtico trallazo en manos de la banda que con un buen sonido y unos focos generosos, fue sobrepasada por la grandiosidad de la atemporalidad con “Restless And Wild”, “Son Of A Bitch” de geniales coros, “Screaming For A Love Bite” que rompió las barreras del sonido gracias en parte a un brillante e inmisericorde solo de guitarra antes de darse paso a “Up To The Limit” de brutal contundencia rítmica, preparándonos todas ellas para unos bises con escenografía típica ya que el grupo abandonó la tarima para volver aclamado y reclamado por la gente y dar la puntilla con “Metal Heart” y “Fast As A Shark” que pusieron en marcha la cabeza de Udo antes del esperado y no por ello menos disfrutado “Balls To The Wall Metal Heart”, convirtiéndose este trío en un conjunto incendiario con el cual se vino abajo el recinto a pesar de las intempestivas horas, cerrándose la actuación con los brazos en cruz del vocalista y una tanda de “oe, oe, oe, oe” que lo dicen todo sobre estos indiscutibles DIRKSCHNEIDER.
Se han cerrado las puertas del Leyendas Del Rock 2023 con honores, los mismos honores con los que serán abiertas en el Leyendas Del Rock 2024 para convertir a bandas y a público en Historia viva de la Música.
Crónica: MONTSERRAT CALVO
Fotografías: MIGUEL ÁNGEL PRÍNCIPE
